Los resultados del ensayo fase III CheckMate -9ER presentados por Ipsen en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) han demostrado que cabozantinib (Cabometyx) en combinación con nivolumab (Opdivo) ha demostrado mejoras significativas en todas las variables de eficacia, incluyendo la supervivencia global (SG), en el carcinoma de células renales avanzado (CCRa) no tratado previamente.

El ensayo analizó dos fármacos utilizados como monoterapias en segunda línea, nivolumab y cabozantinib, y los combinó para su uso como tratamiento de primera línea frente al estándar terapéutico actual sunitinib.

Tal y como destaca a GACETA MÉDICA, Cristina Suárez, oncóloga del Hospital Vall D’Hebrón de Barcelona, la combinación redujo el riesgo de muerte en un 40% respecto a sunitinib y la mediana de supervivencia libre de progresión (SLP) -objetivo primario del ensayo- se duplicó en comparación con los que recibieron sólo sunitinib: 16,6 meses frente a 8,3 meses respectivamente. “Es un estudio positivo en todo lo que analiza y compara y solo un 5% mostró progresión de la enfermedad. Asimismo, también demostró buenos resultados en los test de calidad de vida, mejorándola en comparación con sunitinib”, continúa la especialista.

Cabozantinib en combinación con nivolumab demostró una tasa de respuesta objetiva superior, con el doble de pacientes que respondieron en comparación con sunitinib, y el 8% logró una respuesta completa frente al 5%. Por otro lado, la combinación se asoció con una mayor duración de la respuesta que sunitinib, con una mediana de 20,2 meses frente a 11,5 meses. Además, los pacientes tratados con la combinación tuvieron una tasa más baja de discontinuaciones del tratamiento en comparación con sunitinib (44,4% frente a 71,3%), y una tasa significativamente menor de discontinuaciones debido a la progresión de la enfermedad en comparación con sunitinib (27,8% frente a 48,1%).

Las ventajas de la terapia combinada

Estos hallazgos se suman a la creciente evidencia que muestra las ventajas de la terapia combinada sobre los fármacos en monoterapia. Al igual que en el ensayo CheckMate 9ER, los ensayos KEYNOTE-426 y JAVELIN Renal 101 combinaron un inhibidor del punto de control inmunológico con un fármaco antiangiogénico, mientras que CheckMate 214 combinó dos inhibidores del punto de control inmunológico.

“La primera combinación que demostró estos resultados fue nivolumab con ipilimumab (Yervoy), y a continuación, axitinib (Inlyta) y pembrolizumab (Keytruda). Por su parte, avelumab (Bavencio) y axitinib demostró que es mejor que sunitinib pero no consiguió demostrar un beneficio en supervivencia global (SG). Con lo cual, en mi opinión, es una combinación que queda fuera de la competición”, señala la oncóloga quien incide en que “las combinaciones en primera línea debe ser el tratamiento en cáncer renal”, añadió.

Reto: más biomarcadores

Los estudios en marcha en cáncer renal están demostrando grandes tasas de respuesta en los pacientes. Sin embargo, una de las trabas con las que se encuentran los oncólogos es la falta de biomarcadores fiables

“Ahora vamos a tener tres combinaciones en primera línea: nivolumab-ipilimumab, axitinib-pembrolizumab y nivolumabcabozantinib, pero no disponemos de ningún biomarcador claro para seleccionar a que paciente hay que administrarle cada terapia. Considero que es nuestro punto débil y en el que estamos trabajando”, concluye.