El Grupo Español de Trasplante Hematopoyético de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) ha incluido en su programa científico de su XXVI Reunión Anual un simposio monográfico sobre COVID-19 para analizar las expectativas de vacunación en pacientes hematológicos.
Desde la SEHH indican que la mortalidad global por COVID-19 en pacientes hematológicos es muy elevada, especialmente, en los que tienen cáncer en la sangre y receptores de trasplante de médula ósea. Dicha mortalidad es «llamativamente más elevada» que la de la población general, concretamente un dos por ciento más.
Asimismo, la sociedad recuerda que los pacientes hematológicos más vulnerables son aquellos con edad avanzada (>60-70 años), estado general debilitado, neutropenia (número anormalmente bajo de neutrófilos en la sangre), enfermedad activa, tratamiento con anticuerpos monoclonales y leucemia mieloblástica aguda o neoplasias linfoproliferativas.
Por estos motivos, la SEHH señala que los pacientes con cáncer de la sangre y/o receptores de trasplante de médula ósea deberían ser grupo prioritario en la vacunación frente al SARS-CoV-2, al igual que sus convivientes y/o cuidadores adultos.
“El desarrollo y potencial uso de vacunas en los pacientes con cáncer de la sangre y/o receptores de trasplante de médula ósea es especialmente relevante, pero han sido excluidos de todos los ensayos clínicos que las han probado”, explica Anna Sureda Balari, presidenta del GETH y jefa del Servicio de Hematología Clínica en el Instituto Catalán de Oncología L’Hospitalet.
Grado de inmunización
Para la experta, los pacientes hematológicos “deberían tener la relación beneficio-riesgo más favorable de la vacunación, aunque el grado de inmunización y protección pueda ser inferior al de la población general, habida cuenta de la seguridad de las vacunas inactivadas”.
El GETH fue uno de los primeros grupos cooperativos que elaboró recomendaciones con medidas preventivas y terapéuticas frente al SARS-CoV-2 en paciente trasplantados de médula ósea. Asimismo, ha coordinado el documento de “Recomendaciones Vacuna COVID-19 en Paciente Hematológico”.
«Está en fase de desarrollo un estudio prospectivo que pretende analizar la respuesta inmunológica de los pacientes hematológicos a las vacunas”
Anna Sureda Balari, presidenta del GETH y jefa del Servicio de Hematología Clínica en el Instituto Catalán de Oncología L’Hospitalet
Precisamente, una de las primeras publicaciones científicas que demuestra cómo el paciente con cáncer de la sangre es de los más vulnerables frente a la COVID-19 se desarrolló en el seno del GETH: el estudio Risk factors and outcome of COVID-19 in patients with hematological malignancies, publicado en Experimental Hematology Oncology.
Beneficios ante la vacunación
Según Rafael de la Cámara de Llanza, coordinador del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Europea de Trasplante Hematopoyético (EBMT en sus siglas inglesas) y jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, “en cada caso y para cada enfermedad, se debe sopesar el beneficio de una protección inmediata frente a un retraso de la vacunación para mejorar la probabilidad de respuesta”.
Los pacientes “pueden ser vacunados con cualquiera de las vacunas disponibles, a excepción de las atenuadas y de las vectorizadas por agentes virales replicantes, dado que estas presentan riesgo de enfermedad inducida por la vacuna, que puede ser potencialmente peligrosa para los pacientes inmunodeprimidos”.
Desde la SEHH señalan que se desconoce la duración de la protección, pero el experto apunta que “es posible que esta sea más corta en pacientes inmunodeprimidos que en individuos sanos, como se ha demostrado con otras vacunas”. Por tanto, “las dosis de refuerzo serán probablemente necesarias, aunque no está claro cuándo deben administrarse”, añade.
“Se recomiendan estudios de seguridad, eficacia e inmunogenicidad de las vacunas frente a SARS-CoV-2 en esta población de pacientes”. Dado que los pacientes con cáncer de la sangre podrían tener una menor tasa de respuesta a la vacunación, “es importante que los cuidadores y/o convivientes reciban la vacuna”, señala. “Aunque la vacuna sea efectiva, se recomienda seguir utilizando mascarilla, mantener la distancia física y el lavado frecuente de manos o el uso de geles hidroalcohólicos”.
Se estima que en España podría haber cerca de 64.000 pacientes con los cánceres de la sangre más frecuentes (mielomas, linfomas y leucemias) y cerca de 20.000 trasplantados de médula ósea, todos ellos susceptibles de recibir la vacuna.