GM Madrid | viernes, 01 de junio de 2018 h |

El Grupo de Trabajo de Vigilancia en Salud Pública de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha llamado la atención sobre las repercusiones del mal uso de antibióticos, y ha reclamado medidas para cambiar la forma de prescribir y de utilizarlos.

Así lo ha resaltado la Sociedad durante su Jornada sobre Vigilancia de la Salud Pública, que se ha celebrado Madrid con la colaboración de la Escuela Nacional de Sanidad y el Instituto de Salud Carlos III, y donde se ha puesto de manifiesto la necesidad de “unir esfuerzos entre las administraciones y de poner en marcha estrategias de vigilancia y control en salud pública que puedan dar respuesta a nuevas situaciones”.

En la jornada, también se han puesto sobre la mesa los desafíos que tiene por delante la vigilancia en salud pública ante dos problemas de la sociedad actual: los microorganismos multirresistentes y los efectos en salud de los riesgos medioambientales.

La SEE señala que la resistencia a los antibióticos es “una de las mayores amenazas para la salud mundial”. “Cada vez es mayor el número de infecciones como neumonía, tuberculosis o gonorrea, cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos. Además, esta resistencia prolonga las estancias hospitalarias, incrementa los costes médicos y aumenta la mortalidad”, advierten.

Para la SEE, este control requiere un planteamiento “global y multidisciplinario y una de las piezas clave es la vigilancia”, que puede aportar información de la situación y permite evaluar las medidas de control que se implanten. En este sentido, apuntan a un enfoque “coherente e integral” tanto a nivel mundial como nacional y local. También piden trabajar desde el marco de la iniciativa de ‘One Health’, con planteamientos en los que participen diferentes agentes y sectores como los de la medicina humana y veterinaria, agricultura, industria, medio ambiente y consumidores.

Por otra parte, recuerdan que únicamente con el control de las recetas para evitar el uso indebido de los antibióticos “no es suficiente”.

La SEE considera que hay que trabajar “mucho” sobre las indicaciones que se hacen.