La psoriasis es una patología crónica asociada a diversas comorbilidades que requiere un abordaje disciplinar y supone un importante impacto en la calidad de vida y salud emocional del paciente. Así se ha destacado en el encuentro virtual ‘Entendiendo la Psoriasis’, organizado por GACETA MÉDICA y MUY INTERESANTE, y en colaboración de Janssen, con motivo del Día Mundial de la Psoriasis que se conmemora este 29 de octubre.
La psoriasis afecta a aproximadamente 2,3 millones de personas en España. Se trata de una enfermedad que debuta antes de los 40 años en el 75% de los casos y que presenta un amplio abanico de manifestaciones clínicas más allá de las conocidas placas de la piel.
Aunque la primera aproximación diagnóstica comienza en Atención Primaria, el recorrido asistencial del paciente con psoriasis se inicia, casi siempre, en el dermatólogo. “En dermatología se revalúa el caso de cada paciente, se establece la gravedad de la misma y la afectación a la calidad de vida. Una vez que se han recopilado todos los datos, se inicia el tratamiento terapéutico», ha explicado en este encuentro Enrique Herrera Costa, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico de Málaga.
Asimismo, el 30% de los pacientes con psoriasis desarrollará artritis psoriásica, una patología que afecta a las articulaciones y que puede tener consecuencias más graves que la psoriasis. Aunque es más frecuente que la psoriasis aparezca primero y luego se diagnostique la patología reumatológica, en algunos casos aparece antes la artritis y las lesiones cutáneas se desarrollan con el paso del tiempo. En otros, la afectación de la piel no se produce a pesar de padecer la enfermedad articular.
«Es una enfermedad muy heterogénea que puede provocar afectación articular a muchos niveles. El manejo multidisciplinar es clave en esta enfermedad», ha señalado Vicente Aldasoro, reumatólogo del Complejo Hospitalario de Navarra. El dolor articular, la rigidez y la hinchazón son los principales signos y síntomas. Asimismo, puede tener períodos en los que los síntomas mejoran o entran en remisión, alternados con momentos en los que los síntomas empeoran, llamados brotes.
Impacto en la calidad de vida
La psoriasis genera también un importante impacto invisible sobre la salud mental y emocional de las personas que la padecen.
En este sentido, Montse Ginés, vicepresidenta de Acción Psoriasis, ha recordado «que siempre es duro aceptar una enfermedad crónica y cada paciente lo vive de una manera diferente». «La psoriasis va mas allá de la piel y es una enfermedad que puede ser grave y que puede tener un fuerte impacto en la calidad de vida los pacientes», ha añadido. En el caso de la artritis psoriásica puede llegar a suponer falta de autonomía. «A veces enseñamos solo las placas o las articulaciones, pero hay síntomas relacionados con lo emocional y lo psicológico: ansiedad, problemas de relaciones… Es importante que los pacientes los expliquen en consulta», ha enfatizado Ginés.
De la misma forma, reducir la frecuencia de visitas al hospital mejora la calidad de vida de estos pacientes. «El paciente tiene que tener una atención integral adecuada sin la necesidad de que visite el centro varios días para ver a cuatro especialistas diferentes». ha subrayado Herrera Costa, quien ha incidido en la importancia de los equipos multidisciplinares. «En España hay tantos tratamientos de psoriasis como pacientes. Es necesario trabajar con reumatología, psicología, digestivo…», ha puntualizado.
La huella de la psoriasis
Uno de los problemas a los que se enfrentan los pacientes es a lo que se ha denominado como la ‘huella de la psoriasis’. «Muchos pacientes tienen la piel blanqueada pero continúan pensando que van a volver a aparecer las placas en cualquier momento. Es el daño psicólogo que les ha provocado la psoriasis», ha destacado el dermatólogo.
«La perdida de la calidad de vida afecta no solo al paciente sino también al entorno. La imprevisibilidad de si al día siguiente vas a tener brotes acompaña continuamente al paciente», ha recordado la vicepresidenta de Acción Psoriasis». Por su parte, Aldasoro ha incidido en que esa imprevisibilidad hay que tenerla en cuenta en consulta: «la afectación articular de algunos pacientes es tan grave que hay días que no pueden moverse de la cama», ha puntualizado.