Los investigadores de la Cleveland Clinic’s Lerner Research Institute han comenzado a inscribir a pacientes para el primer ensayo clínico de fase I que prueba la eficacia de una vacuna desarrollada para prevenir el cáncer de mama triple negativo (TNBC, por sus siglas en inglés) no metastásico.
Este tumor es la forma más agresiva y letal de cáncer de mama y a menudo se presenta en mujeres con mutaciones en el gen BRCA1. El estudio inscribirá de 18 a 24 mujeres diagnosticadas en etapa temprana en los últimos tres años que hayan finalizado su tratamiento.
El ensayo, dirigido por Vincent Tuohy, PhD, y G. Thomas Budd, MD y en colaboración con Anixa Biosciences, determinará la seguridad y la dosificación óptima de la vacuna en humanos, así como su capacidad para inducir respuestas inmunitarias en los participantes.
Vacuna contra α-lactoalbúmina
La vacuna se dirige contra αlfa-lactalbúmina, una proteína del suero de la leche que se expresa en las glándulas mamarias de las mujeres durante la última parte del embarazo y durante la lactancia. Normalmente, la proteína “se retira” de la expresión en los tejidos envejecidos. Sin embargo, esta proteína se vuelve a expresar cuando una mujer desarrolla TNBC.
En un ensayo previo en ratones hembra, los investigadores ya descubrieron que la inmunorreactividad contra la α-lactoalbúmina proporciona una protección contra el crecimiento de tumores autóctonos en modelos de ratón transgénico de cáncer de mama y contra tumores de mama trasplantables en ratones BALB. Dado que la α-lactoalbúmina se expresa condicionalmente sólo durante la lactancia, la profilaxis inducida por vacunación se produce sin inflamación detectable en el tejido mamario normal no lactante. Por lo tanto, la vacunación con α-lactoalbúmina puede proporcionar una protección segura y eficaz contra el desarrollo de cáncer de mama en mujeres en sus años premenopáusicos posparto, cuando la lactancia es fácilmente evitable y el riesgo de desarrollar cáncer de mama es alto.
“Las vacunas modernas se componen de dos partes: lo que llamamos antígenos diana y adyuvantes. En un nivel básico, los adyuvantes ayudan a estimular la respuesta inmune para responder al antígeno diana. Cuando se prepara, creemos que el sistema inmunológico puede destruir las células del cáncer de mama a medida que surgen para que las células cancerosas no tengan la oportunidad de convertirse en tumores maduros que son difíciles de tratar”, ha explicado Vincent Tuohy, investigador del Departamento de Inflamación e Inmunidad de la clínica en un comunicado.
El equipo del estudio cree que esta vacuna funcionará estimulando el sistema inmunológico para combatir el cáncer del participante, de una manera similar a la forma en que el sistema inmunológico combate una infección después de una vacuna.
Se empleará un diseño de prueba tradicional “3 + 3” de fase I para determinar la dosis máxima tolerada (MTD). Después de la identificación de la MTD, si al menos 1 participante tiene una respuesta inmunológica (medición correlativa), los niveles de dosis sucesivamente más bajos se expandirán a un total de 6 participantes y se evaluará la respuesta inmunológica. La inscripción se detendrá si se alcanza un nivel de dosis para el que no se observan respuestas.
“Nuestra visión siempre ha sido prevenir el cáncer antes de que se desarrolle, por lo que estamos entusiasmados de seguir adelante y comenzar a vacunar a nuestros primeros pacientes”
Vincent Tuohy, investigador del Departamento de Inflamación e Inmunidad de la clínica
Meta: septiembre de 2020
La FDA aprobó en diciembre de 2020 la vacuna para su uso en ensayos clínicos en humanos. El ensayo financiado por el Departamento de Defensa se llevará a cabo en la Clínica Cleveland y se espera que se desarrolle hasta septiembre de 2022.
La vacuna tiene como objetivo proporcionar protección inmunológica contra los tumores de mama emergentes relacionados con la α-lactoalbúmina. “Nuestro siguiente objetivo es poner una vacuna a disposición de las mujeres con alto riesgo de desarrollar TNBC que estén sanas y libres de cáncer”, ha señalado Thomas Budd, oncólogo del Instituto del Cáncer Taussig.
“La transición de nuestra investigación del laboratorio a los pacientes en la clínica es un hito importante para nuestro programa. Nuestra visión siempre ha sido prevenir el cáncer antes de que se desarrolle, por lo que estamos entusiasmados de seguir adelante y comenzar a vacunar a nuestros primeros pacientes”. ha señalado, Tuohy.