El papel de la vacunación en relación a la salud y el bienestar entre las personas mayores de 50 años ha sido analizado en un encuesta de Kantar, con el patrocinio de GSK. Esta se ha desarrollado en ocho países: EE. UU, Italia, Alemania, España, Francia, Brasil, Cánada y Japón, participando 2.000 personas por país, un total de 16.000 encuestados.
Francesca Ceddia, directora del departamento médico global del área de vacunas de GSK, ha destacado durante la presentación de los resultados, que si las tasas de cobertura de vacunación para adultos no mejoran, podríamos ver un aumento en las muertes y el sufrimiento causados por enfermedades infecciosas en adultos.
“A finales de esta década, se espera que el número de personas a partir de 60 años aumente en más de un tercio, hasta los 1.400 millones en todo el mundo”
Francesca Ceddia, directora del departamento médico global del área de vacunas de GSK
En este contexto, Ceddia considera que esta encuesta ha mostrado “información valiosa” acerca de la vacunación en adultos mayores de 50 años. “Ahora depende de nosotros en el espacio de la Salud Pública escuchar y actuar en consecuencia”, ha subrayado.
La salud, mejor valorada por la población
La encargada de presentar los datos ha sido Gayle Davey, socia en Data Insights, quien explica que el objetivo de la encuesta era “comprender el impacto de la COVID-19 en la vacunación en adultos”, además de tener una idea de las opiniones de la sociedad en el envejecimiento. Según la experta, uno de los aspectos positivos que ha tenido la pandemia ha sido el hecho de elevar la importancia de la buena salud en las personas, especialmente en la población mayor de 50 años.
De hecho, es la principal conclusión de la encuesta: un aumento de la actitud frente a la vacunación. El panorama de la COVID-19 ha cambiado la perspectiva respecto al bienestar y la importancia de estar informado. En este sentido, un 44 por ciento de los participantes consideraba antes de la pandemia que era necesario mantenerse al día con la información, una cifra que ha aumentado hasta el 65 por ciento después de la pandemia.
Para los adultos de 50 años o más, la salud es significativamente más importante que la seguridad financiera o que tener una vida familiar activa. En este contexto, los participantes españoles destacaron por ser los que más relevancia otorgaron a la buena salud, un término al que calificaron como “importante” para su calidad de vida en los próximos diez años.
En esta línea, Davey indica que ocho países participantes indicaron que era importante tener una serie de recursos de salud proactivos y preventivos a su disposición. Además, apostaban por un acceso a atención médica de alta calidad y asequible con chequeos regulares. Los participantes de estos países también indicaban su disposición a poder “hacer cosas por ellos mismos”, como por ejemplo tomar medidas preventivas personales.

Edad biológica y cronológica
Una de las principales ideas que se ha destacado durante la presentación de resultados es el hecho de fomentar la promoción de la buena salud centrándose en el estado del sistema inmunitario y no en la edad.
Casi el 50 por ciento de los adultos en los países encuestados afirman que se sienten más jóvenes que su edad cronológica actual. Aunque los adultos de 50 años y mayores pueden sentirse físicamente más jóvenes de lo que su edad indica, al preguntarles sobre la edad a la que creen que su sistema inmunitario se debilita, alrededor del 50 por ciento reconoció correctamente que este aspecto se vuelve más importante a partir de los 50 o 60 años.
Sin embargo, solo el 20 por ciento de los encuestados sintió que la “vejez” comienza en las décadas de los 50 o los 60 años. Esto indica que las personas son conscientes de la mayor vulnerabilidad del sistema inmunitario en edades concretas, y pueden aplicar ese conocimiento a su propia situación, de una manera que no necesariamente se relaciona con mensajes sobre el riesgo en “personas mayores”. Por lo tanto, al trasladar la conversación al sistema inmunitario, es posible que se eliminen las barreras presentadas por las percepciones de lo que es la “vejez” y se llegue a comunicaciones más impactantes sobre la vacunación y el envejecimiento saludable en el futuro.
Vacunas en términos generales
Davey ha indicado que los adultos tienen buena información respecto a las vacunas contra la COVID-19, y considera que esta situación puede servir de impulso a la vacunación en general. De hecho, la propia encuesta desvela esta idea: las tasas de vacunación de adultos también se pueden mejorar con una información más clara y consistente, con recordatorios sobre cuándo deben vacunarse.
“Las tasas de vacunación pueden mejorarse con información más clara y coherente y con recordatorios”
Gayle Davey, socia en Data Insights

En este sentido, los datos indican que mientras que 8 de cada 10 de los encuestados refirieron estar vacunados frente a la COVID-19, solo el 19,8 por ciento creía que estaban al día con las vacunas recomendadas para adultos.
Además, la encuesta desvela que los participantes de España, Francia y Japón consideran importante tener más información acerca de los posibles efectos secundarios de las vacunas.
El 77 por ciento de los encuestados en España aseguraron que su propia protección fue la principal razón de que quieran llevar sus vacunaciones al día y que la mayor barrera que ven para la vacunación es la falta de información.
Los participantes de España aseguraron que les gustaría saber más sobre qué vacunas necesitan, cuándo y también sobre los potenciales efectos secundarios.
Los profesionales sanitarios son citados por la mayoría de los encuestados como principal fuente a la que recurrir para recabar información sobre vacunas. Los españoles lideran esta percepción, con un 81 por ciento.
La creciente concienciación sobre el valor de la buena salud se refleja en los resultados del estudio, que señalan que el 62 por ciento de los adultos en España piensa que mantener al día sus vacunaciones es importante.

Mascarillas en público, una medida costumbrista
Respecto a la mascarilla, a pesar de dejar de ser obligatoria en el exterior y en entornos interiores en otros países, más del 70 por ciento de los encuestados aseguran que continuarán llevando mascarilla en público y manteniendo prácticas de distancia social cuando estén enfermos de alguna patología.
En España, el 83 por ciento de las mujeres y el 80 por ciento de los hombres afirma que continuará llevando mascarillas en público en estas situaciones, y un porcentaje similar guardarán la distancia de seguridad.
Otro comportamiento consolidado en la pandemia, y que más del 80 por ciento de los españoles mayores de 50 asegura que mantendrá en el futuro, es llevar las vacunaciones al día.