El V Simposio Nacional de Oncología de Precisión celebrado en Vigo ha supuesto una actualización de las novedades y las experiencias de 2022 en un clima de esperanza. Gaceta Médica siguió las jornadas que estuvieron marcadas por las líneas maestras trazadas por los grandes expertos de nuestro país para alcanzar el reto que la oncología de precisión se ha marcado: poder curar al 70 por ciento de los pacientes con cáncer en el año 2030 gracias al desarrollo de estrategias de medicina de precisión, junto con las nuevas técnicas de diagnóstico molecular y los avances en tratamientos más personalizados.

Martín Lázaro (presidente de SOG-Galicia), Joaquín Casal (Complexo Hospitalario Universitario de Vigo) y Sergio Vázquez (Hospital Universitario Lucus Augusti, Lugo), resaltaron el peso que va a tener la búsqueda del mejor tratamiento para un determinado paciente en base al rastreo de biomarcadores en el tejido o bien en la sangre u otro tejido líquido, como puede ser la orina, mediante una biopsia.

Objetivos estratégicos

Uno de los puntos de partida fueron los objetivos estratégicos públicos que, a entender de Martín Lázaro, serían “una cartera de servicios bien definida para todos los hospitales, en la que se detallen con exactitud los biomarcadores que puedan ayudar a los profesionales a seleccionar los tratamientos más precisos en el abordaje del cáncer. Y de la misma manera ha de facilitarse el acceso a los fármacos más novedosos para el tratamiento oncológico, permitiendo que haya equidad en todas las comunidades autónomas”.

Junto a Casal, Vázquez y Lázaro hicieron hincapié en la necesidad de seguir incentivando la investigación en España para favorecer el progreso de esta disciplina, que está relativamente avanzada para abordar los tumores más habituales pero menos para tratar los más raros.

Stop al Radón

En esta V edición una de las alarmas que se activaron fue la del radón. Laura Mezquita, del Hospital Clinic (Barcelona), alertó del peligro de este gas como uno de los factores de riesgo de cáncer de pulmón más desconocidos. Se trata de un gas radioactivo frecuente en zonas rocosas y en determinados edificios. “Sabemos que el 14 por ciento de este tipo de tumores se deben a él y que es el primer factor de riesgo en no fumadores. Se han detectado alteraciones moleculares en algunas personas, el problema es que muchos no saben qué asociación han tenido con él”.

Galicia es, junto a Extremadura y Asturias, donde mayor cantidad de radón se ha encontrado en las casas. El Hospital Universitario Lucus Augusti junto al Clínic de Barcelona han puesto en marcha un estudio para medirlo en Lugo.

Bioinformática y medicina, el tándem

Entre las grandes novedades se abordó el Trialing, la aplicación para conectar entre sí los ensayos clínicos. Uno de los puntos fuertes que fue tratado por Edurne Arriola, del Hospital del Mar (Barcelona), quien aseveraba que “más de un tercio de los ensayos clínicos requieren biomarcadores”. Citando a Leonardo da Vinci, “la sencillez es la máxima satisfacción”, desvelaba que esta plataforma resuelve los tres problemas fundamentales que impiden mejorar esos ratios: “qué ensayos le vienen bien a cada paciente, dónde está abierto el reclutamiento y cómo derivar a la persona”.

Por otra parte, Santiago Demajo, del Institute of Research in Biomedidine (Barcelona), desveló las bondades de CGI-Clinics Project, un proyecto financiado por la UE y el Reino Unido, que comenzó el 1 de noviembre. La herramienta bioinformática logra sistematizar la interpretación del genoma tumoral para la toma de decisiones clínicas, permitiendo así a los médicos elegir los tratamientos oncológicos más efectivos para cada paciente. Su componente fundamental es “dar con las mutaciones concretas que designan la tumorogénesis”, explicó Demajo.

¿Molecular Tumor Board para todos?

La búsqueda de un Molecular Tumor Board se presentó en este simposio como una estructura que todos los especialistas puedan compartir. Supone un soporte para la elección de la plataforma más idónea, el estudio del tumor y la situación clínica del paciente, así como para la interpretación de los datos.

Sin embargo, existen obstáculos y un trecho por recorrer. Son numerosos los centros que carecen del mismo y las complejidades diferentes. Tanto Luis León (Complexo Hospitalario de Santiago), Javier Gómez (Hospital Universitario Marqués de Valdecilla), Ernest Nadal (Institut Catalá de Oncologia – Hospital Duran i Reynalds) y David Cordero (Institut Catalá d’Oncologia, Barcelona) coincidieron en que lo primero es no perder pacientes. Es decir, tratar de que esta herramienta esté disponible en el mayor número de lugares a través de un comité en red. Piden generosidad y no la construcción de distintas “galias”. “El fin último es que todo paciente con un estadio 4 tenga acceso al diagnóstico molecular”, concluye Ruth Vera (Hospital Universitario de Navarra).


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