El brote de gripe aviar que ha surgido en aves de corral en todo el mundo, ha empeorado desde que comenzaron los registros, provocando un aumento en el precio de los huevos, amenazando a los pollos criados en libertad y arriesgando a largo plazo la salud animal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó en noviembre el contagio de dos personas por gripe aviar tras un brote de esta enfermedad en una granja de la provincia española de Guadalajara, lo que supone los primeros casos detectados en España. Días después de haberse contagiado, la OMS confirmó que ambos trabajadores de la granja se habían recuperado y dieron negativo en los test posteriores.
Como valoración del brote, la organización ha señalado que no es necesario tomar medidas preventivas en viajes desde o hacia España, y que tampoco hay evidencia de transmisión entre humanos.
A pesar de que el inicio de la temporada de gripe aviar tradicionalmente se da cada octubre, cuando las aves migratorias arrojan saliva o excrementos infectados, este año 2022, los casos se propagaron rápidamente en los meses más cálidos, sobrecargando el virus y provocando sacrificios masivos.
La OMS, desde enero de 2003 y hasta el 29 de septiembre de 2022, ha registrado 865 infecciones humanas por virus de la gripe aviar A (subtipo H5N1), la mayoría en Asia y en personas que convivían estrechamente con aves infectadas.
El European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC) recoge en su última actualización que el número de instalaciones de aves de corral infectadas en Europa entre el 11 de junio y el 9 de septiembre de 2022 fue cinco veces superior al observado en el mismo periodo de 2021, periodo en el que se detectaron 2.467 focos en aves de corral y 3.573 casos en aves silvestres.
El ministerio de Sanidad ha confirmado en más de una ocasión que el número de casos humanos sigue siendo “muy reducido” en comparación con la cantidad total de aves afectadas. Y en Europa, a pesar de la elevada densidad de las macrogranjas, que propician la rápida extensión de los virus, los animales viven separados de los núcleos habitados.
La gripe aviar de un virus altamente patogénico para las aves, pero el riesgo para las personas es, por ahora, muy bajo. Pueden contagiarse solo en casos excepcionales y por un contacto directo con aves infectadas o sus excrementos, sin medidas higiénico-sanitarias.
Investigación y vacunación
Gregorio Torres, jefe del departamento de ciencia de la World Organisation for Animal Health in Europe (WOAH), las aves silvestres ahora están “permanentemente infectadas”, lo que “compromete la salud de las aves de corral y aumenta los riesgos para las especies en peligro de extinción”.
“Los investigadores están tratando de entender por qué. El virus evoluciona rápidamente, convirtiéndose potencialmente en un propagador de enfermedades más eficaz. La agencia también está estudiando si el cambio climático juega un papel a medida que las temperaturas aumentan y las rutas migratorias cambian”, señala Torres en una entrevista para Bloomberg.
Birthe Steenberg, secretaria general de la Association of Poultry Processors and Poultry Trade in the EU countries, explica en la misma entrevista que Torres, que se están realizando pruebas de vacunación en Europa, y que se estima que podrían pasar al menos dos años antes de que una vacuna llegue al mercado. “Cualquier vacuna necesitaría un acuerdo internacional sobre estándares y requeriría una adaptación a medida que evolucionan las cepas”, señala Steenberg.