Hasta el 15 de junio, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) ha notificado un total de 1.160 casos confirmados de viruela del mono (monkeypox) en 22 países de Europa sin ningún fallecimiento registrado. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha informado de casos en la Región de las Américas (153), la Región del Mediterráneo Oriental (14) y la Región del Pacífico Occidental (6).
Ante esta situación, la OMS ha anunciado que convocará una reunión de expertos externos la próxima semana para asesorar sobre si la propagación actual del monkeypox constituye una emergencia de salud pública de interés internacional.
«Está claro que se trata de una situación inusual”, ha señalado el director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante la conferencia de prensa semanal de la OMS. “Los expertos externos podrán ampliar la información y el conocimiento que tenemos sobre este virus”, ha asegurado tras anunciar que celebrará la reunión el próximo 23 de junio.
La presentación clínica de los casos notificados en el brote actual se han descrito generalmente como leve, y la mayoría de los pacientes presentan lesiones en los genitales o el área perigenital, lo que indica que la transmisión probablemente ocurrió por contacto físico cercano durante las actividades sexuales, según el ECDC.
Por su parte, en la secuenciación genómica histórica del monkeypox se han descrito dos clados principales genéticamente distintos: el de África Central (Cuenca del Congo) y el clado de África Occidental. Sin embargo, la secuencia de brotes registrada en Europa forman parte de un grupo distinto dentro del clado de África occidental. Esta circunstancia carece de explicación hasta el momento dado que el muestreo y la secuenciación limitados del virus a lo largo de los años dificultan generar una hipótesis sobre el origen del brote europeo.
La expansión geográfica sin precedentes del virus puede requerir una respuesta internacional coordinada. En este sentido, la secuenciación del monkepox puede ayudar a comprender la transmisión del virus y los patrones de propagación. Por lo tanto, el ECDC recomienda que los países depositen lecturas y ensamblajes sin procesar del genoma completo o parcial en las bases de datos disponibles para compartir secuencias.
El comité de emergencia de la OMS tendrá la tarea de evaluar si el brote constituye un PHEIC (Emergencia de salud pública de importancia internacional), un instrumento establecido bajo el Reglamento Sanitario Internacional que ayuda a la OMS en emergencias sanitarias.
Un PHEIC se define como «un evento extraordinario que constituye un riesgo para la salud pública de otros países a través de la propagación internacional de enfermedades y que potencialmente requiere una respuesta internacional coordinada».