La mitad de los pacientes con cáncer de pulmón avanzado en España tienen alguna mutación genética que permite ofrecerles quimioterapia personalizada que mejoraría sustancialmente sus perspectivas de supervivencia. Así se desprende de un análisis sobre 9.200 casos en España del Registro de Tumores Torácicos (RTT) del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) y que se ha presentado en el Congreso Europeo ELCC.
El GECP ha realizado este análisis con el objetivo de determinar en qué situación se encuentra en España la realización de forma rutinaria de marcadores genéticos a los pacientes que padecen un cáncer de pulmón. Y es que la supervivencia general de esta población ha aumentado alrededor de un 15 por ciento durante la última década, principalmente gracias a las nuevas terapias y los medicamentos dirigidos. Para usar estas terapias, es necesario determinar los biomarcadores moleculares en el tumor del paciente.
“Nuestro estudio analizó la tasa de estas pruebas moleculares en la práctica clínica en población real. Lo que hemos visto tras el análisis es que, pese a que no existe un plan nacional o un protocolo estándar que regule la determinación de biomarcadores nuestra situación es similar a la de otros países europeos”, explica Virginia Calvo, oncóloga en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid y autora principal del estudio.
Urgencia de un Plan Nacional
Así, la mayoría de los pacientes registrados tuvo acceso a pruebas de biomarcadores. “Los resultados mostraron que la prueba de biomarcadores tumorales se realizó en el 85 por ciento de los pacientes con tumores no escamosos y en el 56,3 % de los que tenían tumores escamosos, y eso es importante para tomar decisiones de tratamiento”, asegura Calvo.
“Dado el creciente número de determinaciones diferentes y su alta positividad, se necesitan urgentemente estrategias nacionales para implementar la secuenciación de próxima generación de manera integrada y rentable en el cáncer de pulmón“
Virginia Calvo, oncóloga en el Hospital Puerta de Hierro
Con estos resultados, desde el GECP se destaca la necesidad de regular las determinaciones genéticas para que todos los pacientes tengan acceso a ellas. “Dado el creciente número de determinaciones diferentes y su alta positividad, se necesitan urgentemente estrategias nacionales para implementar la secuenciación de próxima generación de manera integrada y rentable en el cáncer de pulmón”, concluye Calvo.
Tratamiento en segunda línea
El GECP también ha presentado en el Congreso ELCC datos del Registro de Tumores Torácicos sobre el tratamiento que reciben este tipo de pacientes. “Se trata de uno de los análisis más grande y completo de cáncer de pulmón avanzado en la población europea”, detalla el doctor Enric Carcereny, del Servicio de Oncología ICO Badalona y autor principal.
Como tratamiento en segunda línea han destacado que el uso del fármaco Nintedanib mejora ligeramente la probabilidad de supervivencia en estos pacientes.
La mayoría de los pacientes incluidos en el análisis eran hombres, fumadores o exfumadores, con supervivencias medias de seis, doce y 24 meses al diagnóstico. Como tratamiento en segunda línea los investigadores del GECP han destacado que el uso del fármaco Nintedanib mejora ligeramente la probabilidad de supervivencia en estos pacientes.
En la actualidad, las neoplasias de pulmón ya son la cuarta causa de muerte global y la primera por cáncer en el país. “En este contexto es muy importante contar con un registro para recopilar información sobre la atención del cáncer en la vida real. No podemos hacerlo mejor si no tenemos una idea clara de lo que estamos haciendo en la práctica clínica habitual y de ahí la importancia de herramientas como el Registro de Tumores Torácicos del GECP”, asegura Carcereny.