El Informe SiVIRA de vigilancia centinela de infecciones respiratorias agudas en atención primaria y en hospitales correspondiente a la temporada 2022-2023, elaborado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), ha mostrado los resultados obtenidos de la tercera temporada de vigilancia integral respiratoria, centrada en la vigilancia de gripe, Covid-19 y de infección por virus respiratorio sincitial (VRS).
Este documento, coordinado desde el Centro Nacional de Epidemiología y el Centro Nacional de Microbiología del ISCIII, analiza la información ofrecida semanalmente durante la temporada 2022-23, que se extendió durante 51 semanas desde mediados de octubre de 2022 hasta principios de octubre de 2023. En la actualidad todas las comunidades autónomas participan en el componente sindrómico de vigilancia de IRAs, y doce de ellas en el componente centinela de selección sistemática, con un 14 por ciento de población total vigilada. En el caso de la vigilancia de IRAG, las 17 autonomías participan en el componente sindrómico, y 14 de ellas lo hacen en el componente centinela de selección sistemática, con un 16 por ciento de población total vigilada.
Datos de vigilancia IRAs (atención primaria)
Durante la temporada 2022-2023 en atención primaria se ha detectado una mejora significativa en la capacidad del sistema de vigilancia. Se analizaron 35.000 muestras de IRAs, con un número muy similar para el diagnóstico de gripe, SARS-CoV-2 y VRS. La evolución de la actividad de IRAs en atención primaria presentó un patrón temporal diferente al de las dos temporadas previas. Esto concuerda con la diferente presentación e intensidad de ondas epidémicas de gripe, Covid-19 y VRS en los diferentes años.
Hasta la tercera-cuarta semana de enero de 2023, se observó una mayor intensidad de actividad de IRAs en los centros de salud, en respuesta a las primeras ondas epidémicas de gripe y coronavirus, y a una única onda estacional de VRS. Los aumentos posteriores de tasas de IRAs se debieron fundamentalmente a la actividad de gripe y covid-19. La incidencia de IRAs fue mayor en mujeres que en hombres, con los niños menores de 15 años como grupo poblacional más afectado. La mayor afectación de síndromes gripales y de bronquitis/bronquiolitis se observó en los menores de cinco años. En toda la temporada, la positividad de los IRAs atendidos en los centros de salud fue del 17 por ciento para gripe, del 14 por ciento para SARS-CoV-2 y del 5 por ciento para VRS.
Datos de vigilancia de IRAG (hospitales)
Las tasas de hospitalización de IRAG fueron menores que las de las dos temporadas previas, y mostraron un patrón temporal diferente, de acuerdo con la diferente carga hospitalaria de virus respiratorios y de la presentación de formas graves de gripe, covid-19 y VRS en cada temporada. En contraste con las IRAs, la hospitalización por IRAG fue mayor en hombres que en mujeres, con el grupo de personas de 80 o más años como el más afectado durante toda la temporada. Con excepción del periodo de onda epidémica de VRS, que dejó la mayor tasa de hospitalización de IRAG en menores de cinco años.
Evolución y comportamiento de los virus
La actividad gripal en esta temporada fue mayor que en la temporada previa, con mayores tasas de incidencia y hospitalización, una situación similar a la de otros países europeos. La gripe presentó dos ondas estacionales. La primera, coincidente con la epidemia invernal de VRS y la primera onda de estacional de Covid-19, se caracterizó por un predominio de la circulación del subtipo A(H3N2) y por una mayor tasa de hospitalización y gravedad. La segunda tuvo una mayor transmisibilidad, con una circulación dominante de virus de la gripe B, que dio lugar a menores tasas de hospitalización y gravedad.
Por su parte, la actividad de Covid-19 fue menor en términos generales. Se presentaron tres ondas epidémicas. El informe confirma que el virus sigue circulando, dando lugar a sucesivas ondas epidémicas de diferente intensidad. Es difícil predecir su estacionalidad, porque en cada temporada se observa en periodos diferentes y es posible que su presentación esté condicionada por la circulación de otros virus.
La epidemia de infección por VRS presentó en la temporada 2022-23 una única onda epidémica, algo más temprana que en las ondas estacionales previas a la pandemia de Covid-19, pero acercándose a su patrón estacional habitual. La afectación máxima se dio en menores de cinco años en atención primaria, con la tos como el síntoma más prevalente (93 por ciento). La hospitalización por infección con VRS fue mayor en esta temporada que en la anterior, y mostró mayores tasas de ingreso en menores de un año.
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