La Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos ha detenido la autorización de donación de plasma sanguíneo de pacientes con COVID-19 recuperados. Esta situación ha derivado tras ser cuestionada la eficacia del tratamiento por el líder de los Institutos Nacionales de Salud, Francis Collins y el líder de respuesta a la COVID-19, Anthony Fauci.

La autorización se encuentra en suspenso mientras se revisan más datos. A pesar de ello, el director clínico del Instituto Nacional de Alergías y Enfermedades Infecciosas, H.Clifford Lane, señaló que se podría emitir una aprobación de emergencia en un futuro cercano, según el New York Times.

El tratamiento con plasma convalecente de pacientes que han pasado la enfermedad de la COVID-19 ha sido promocionado como un método potencial por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, los científicos quieren ver más datos y pruebas sólidas.

¿En qué consiste el método del plasma COVID-19?

El método de tratamiento de plasma convalecente consiste en extraer sangre a las personas que hayan superado la enfermedad. En teoría estas personas podrían tener un alto nivel de anticuerpos en la sangre que sería utilizado en pacientes que se encuentran combatiendo la enfermedad.

Hace unos días, se publicó un análisis preliminar de un estudio en curso del Houston Methodist (Estados Unidos), que sugería posibles avances de la terapia. Los resultados indican que el tratamiento podría ser seguro y efectivo, según los investigadores del informe.

Sin embargo, los ensayos clínicos de investigación en relación a este tratamiento no han comprobado que el plasma pueda ayudar a los afectados por el coronavirus, según The New York Times.

Dudas en la efectividad

De acuerdo a el estudio realizado por el New York Times, se envió a Brasil un cargamento con plasma sanguíneo de personas que habían superado la enfermedad. El envío se realizó el pasado 29 de julio a uno de los países más afectados de la pandemia. Brasil registra más de 2 millones de contagiados, por lo que había esperanzas en el tratamiento.

Sin embargo, Collins considera que el estudio más grande sobre el uso de plasma no tiene datos contundentes para que la FDA apruebe la declaración de emergencia. Este estudio es el correspondiente al realizado en la Clínica Mayo.

“La terapia con plasma de personas convalecientes puede ayudar a las personas con la COVID-19 que no han tenido resultados positivos con otros tratamientos. Estas personas con frecuencia presentan síndrome de dificultad respiratoria aguda, que es una afección pulmonar grave”, indica la Clínica Mayo. Aún así los señalan que no son pruebas suficientes para indicar la efectividad de dicho tratamiento.

Sin embargo, la Clínica Mayo advierte que los riesgos de este tratamiento con plasma tienen implicaciones. Reacciones alérgicas, daño al sistema respiratorio o transmisión de VIH y la Hepatitis B y C son algunas de las destacadas.

Las demandas han jugado en contra de la aprobación de este tratamiento, ya que no se le permite realizar todas las investigaciones necesarias para poder comprobar su funcionamiento.

“La única manera de obtener pruebas convincentes es con un ensayo clínico que compare los resultados en pacientes que son elegidos al azar para recibir el tratamiento con los de aquellos que reciben un placebo”, así lo escriben Katie Thomas y Noah Weiland en el diario The New York Times.


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