Según un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Respiratoria Europea (ERS) en Viena, Austria, la exposición prolongada a la contaminación del aire y la falta de acceso a espacios verdes elevan el riesgo de hospitalización por afecciones respiratorias. Además, una segunda investigación expuesta en el mismo congreso indica que la contaminación del aire asociada con el tráfico está estrechamente vinculada con la progresión del asma a enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Investigaciones previas han establecido una relación entre la contaminación del aire y un incremento en enfermedades respiratorias como el asma y la EPOC, así como entre el acceso a espacios verdes y una reducción en estos problemas. Sin embargo, aún se conoce poco sobre los efectos a largo plazo de la contaminación del aire en las hospitalizaciones por enfermedades respiratorias, y sobre si la contaminación del aire incrementa la probabilidad de que las personas con asma desarrollen EPOC.
El primer estudio, con los resultados del proyecto Life-GAP, fue presentado por Shanshan Xu, del Departamento de Salud Pública Global y Atención Primaria de la Universidad de Bergen, Noruega; mientras que el segundo fue presentado por Samuel Cai, del Centro de Salud Ambiental y Sostenibilidad de la Universidad de Leicester, Reino Unido.
Proyecto Life-GAP
El equipo de la Universidad de Bergen utilizó datos de la Encuesta de Salud Respiratoria de la Comunidad Europea (ECRHS, por sus siglas en inglés) centrados en el norte de Europa, que abarcó las hospitalizaciones por problemas respiratorios entre los años 2000 y 2010. El estudio incluyó a 1.644 personas de cinco países y evaluó la relación entre la salud respiratoria y la exposición prolongada (entre 1990 y 2000) a partículas en suspensión, carbono negro, dióxido de nitrógeno, ozono y vegetación, considerando la cantidad y salud de la vegetación alrededor del hogar.
A pesar de que el norte de Europa presenta niveles relativamente bajos de contaminación del aire, los investigadores hallaron que las partículas en suspensión, el carbono negro y el dióxido de nitrógeno incrementaban el riesgo de hospitalización por enfermedades respiratorias en esta región.
“En concreto, observamos que por cada aumento del rango intercuartil de estos contaminantes, el riesgo de hospitalización aumenta aproximadamente entre un 30 y un 45 por ciento, dependiendo del contaminante, aunque el verdor contribuyó a reducir el riesgo de hospitalización por problemas respiratorios”, detalló la investigadora Xu. No obstante, según los datos recopilados, a pesar de que el verdor se asoció con un menor riesgo de hospitalización por problemas respiratorios, también se vinculó con un mayor número de visitas a salas de emergencia por estas afecciones, especialmente cuando se observó la presencia de fiebre del heno.
De acuerdo con Xu, “la contaminación del aire provoca una inflamación persistente y estrés oxidativo en el sistema respiratorio, procesos nocivos que contribuyen al desarrollo y la exacerbación de enfermedades respiratorias crónicas, que pueden derivar en episodios de salud graves que requieran atención hospitalaria”. También es probable que la exposición prolongada a la contaminación del aire pueda provocar una menor tolerancia o una mayor sensibilidad a estos contaminantes, lo que explica por qué incluso niveles moderados o bajos pueden causar efectos graves en la salud en ciertas poblaciones.
Riesgo de desarrollar EPOC
En estudio de la Universidad de Leicester los investigadores descubrieron que por cada aumento de 10 microgramos por metro cúbico en la exposición a partículas en suspensión, el riesgo de desarrollar EPOC aumenta un 56 por ciento entre los pacientes asmáticos. “También hemos hallado que una mayor exposición al dióxido de nitrógeno incrementa el riesgo. Además, las personas con un índice de riesgo genético medio o alto tienen un riesgo aún mayor de que la exposición adicional al dióxido de nitrógeno provoque la progresión del asma a EPOC“, afirmó Cai.
“Las personas con asma deben estar siempre atentas a la contaminación del aire que las rodea y, si es necesario y los recursos lo permiten, tomar medidas como usar mascarillas, utilizar un purificador de aire en interiores y reducir las actividades al aire libre cuando la contaminación del aire sea alta”, añadió el especialista.
La contaminación del aire afecta a todos, pero la mayoría de las personas tienen pocas oportunidades para proteger su salud de manera efectiva. Los responsables políticos deben tomar medidas para enfrentar la contaminación del aire en las ciudades y proteger a todos, incluidos los asmáticos. Esto implica implementar iniciativas para reducir la contaminación, promover la vegetación urbana, y llevar a cabo una planificación urbana cuidadosa que evite la plantación de vegetación alergénica.
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