Las pandemias del futuro surgirán con más frecuencia, se propagarán más rápidamente, tendrán más impacto en la economía mundial y podrían matar a más personas que las fallecidas por COVID-19. Así lo han determinado 22 expertos de todo el mundo a través de un nuevo informe sobre diversidad y pandemias, convocados por la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES).

El IPBES es un organismo intergubernamental independiente compuesto por 137 gobiernos miembro. Este grupo fue establecido en 2012 con el objetivo de elaborar “evaluaciones científicas objetivas sobre el estado de conocimiento relativo a la diversidad biológica del planeta, los ecosistemas y las contribuciones de las personas.

Un total de 17 expertos de los 22 convocados fueron designados por los gobiernos y las organizaciones tras una convocatoria de candidaturas. Los cinco restantes fueron agregados debido a su experiencia previa en análisis iniciales de la IPBES. Reunidos en un taller virtual “urgente” sobre la relación entre la degradación de la naturaleza y el aumento de riesgos de pandemia, coinciden en que es posible evitar este pronóstico.

Es posible “escapar” de la que han denominado “la era de las pandemias”, pero para ello se requerirá un cambio radical para “pasar de la reacción a la prevención”, indica el organismo en un comunicado.

Hasta 850.000 virus podrían infectar a personas

La COVID-19 es la sexta pandemia global desde la pandemia de la gripe en 1918 y su aparición “ha sido impulsada enteramente por actividades humanas”, según reportan los científicos, a pesar de que el virus procede de microbios transportados por animales como en todas las pandemias.

El 70% de las enfermedades emergentes (como el ébola, el zika o la encefalitis de Nipah) y casi todas las pandemias conocidas, como la influenza y el VIH / SIDA, son zoonóticas, causadas por microbios de origen animal, según la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Actualmente, se estima que existen 1,7 millones de virus “no descubiertos” en mamíferos y aves, de los cuales hasta 850.000 podrían tener la capacidad de infectar a las personas.

Murciélagos en un mercado de Indonesia

El presidente de EcoHealth Alliance y del taller de la IPBES, Peter Daszak, ha señalado que “las mismas actividades humanas que impulsan el cambio climático y la pérdida de biodiversidad generan riesgo de pandemia”. Esto se debe a los impactos que influyen en el medio ambiente. “No hay un gran misterio sobre la causa de la pandemia de COVID-19 o de cualquier otra pandemia moderna”, ha insistido.

En este sentido, Daszak destaca los cambios de uso del suelo, la expansión e intensificación de la agricultura y el comercio, la producción y el consumo insostenible como agentes que “aumentan el contacto entre la vida silvestre, el ganado, los patógenos y las personas”.

Como solución, los expertos proponen una mayor conservación de las áreas protegidas, así como medidas que reduzcan la “explotación insostenible” en regiones de alta biodiversidad.

Reducir las actividades humanas ayudaría a prevenir la propagación de nuevas enfermedades

Evidencia científica y coste económico futuro

Cambiar el enfoque con el que afrontamos las nuevas enfermedades es clave para Daszak porque “tenemos una capacidad cada vez mayor para prevenir pandemias”. Así lo sostiene en relación a la evidencia científica que “apunta a una conclusión muy positiva”. Sin embargo, el experto indica que, en estos momentos, “estamos ignorando en gran medida esta capacidad”.

“Todavía dependemos de las enfermedades después de que surgen, a través de vacunas y tratamientos”, ha subrayado.

Los expertos indican que depender de medidas de salud pública y soluciones tecnológicas es un “camino lento e incierto”. En este sentido, destacan “el sufrimiento humano generalizado y las decenas de miles de millones de dólares en daños económicos anuales a la economía global por sólo reaccionar a las pandemias”.

En relación a la pandemia de COVID-19, el costo probable está estimado entre 8-16 mil millones de dólares a nivel mundial hasta julio de 2020.

Esta cifra, además, podría alcanzar los 16 mil millones para el cuarto trimestre de 2021 sólo en Estados Unidos. Este contexto económico en relación a futuras pandemias proporciona “fuertes incentivos económicos para un cambio transformador”, destacan los científicos.

Además, los expertos destacan que el coste de reducir los riesgos para prevenir pandemias es 100 veces menor que el de reaccionar ante las mismas.

Soluciones políticas

El informe ofrece una serie de opciones que ayudarían a revertir la situación para poder abordar el riesgo de futuras pandemias. Una de las propuestas de los científicos es desarrollar e incorporar evaluaciones sobre el impacto en la salud. Esta englobaría los riesgos de enfermedades emergentes y pandémicas en los principales proyectos de desarrollo.

En este marco también sugieren la creación de un consejo intergubernamental de alto nivel sobre prevención de pandemias. El objetivo de este grupo sería para coordinar el diseño de un monitoreo global y predecir áreas de alto riesgo, entre otras responsabilidades. Además, a nivel nacional, los expertos consideran necesario institucionalizar el enfoque de “una sola salud” para crear planes de preparación de pandemias y controlar los brotes en todos los sectores.


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