España es un país ejemplar en la lucha por la eliminación del virus de la hepatitis C (VHC). Aunque este objetivo se ha tambaleado en el ultimo año y medio por los efectos colaterales de la pandemia, es uno de los países más próximos en alcanzar los objetivos de eliminación marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para 2030.

Sin embargo, diversas causas de enfermedades hepáticas como el consumo de alcohol y la epidemia de obesidad contribuyen al aumento anual de la mortalidad por enfermedad hepática. Gaceta Médica ha hablado con José Luis Calleja, presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) y jefe del servicio de Gastroenterología del Hospital Puerta del Hierro, de todos los retos pendientes en este abordaje.

Pregunta. Por pura actualidad, qué valoración hace de las Jornadas de Otoño de la AEEH recientemente celebradas?

Respuesta. Hemos celebrado varias actividades durante los dos últimos meses. Las últimas, estas jornadas que han versado sobre enfermedades autoinmunes y colestásicas del hígado, que son enfermedades raras; poco frecuentes. Sin embargo, existe un incremento en la frecuencia de estas patologías motivado por dos puntos. Por un lado, un mejor diagnóstico, por lo que hay un número mayor de pacientes. Por otro lado, se ha incrementado el número de pacientes en los últimos años sin una explicación clara para ello.

“Antes de la pandemia, España llevaba un buen ritmo para conseguir la práctica eliminación de las hepatitis virales”

P. Se acaba el año 2021. ¿Cómo resumiría las acciones y logros de la AEEH?

R. De los tres temas más relevantes que la AEEH ha manejado este año, el primero es la eliminación de las hepatitis virales. Antes de la pandemia, España llevaba un buen ritmo para conseguir la práctica eliminación de las hepatitis virales, según el objetivo marcado por la OMS. Pero la pandemia, obviamente, ha impactado de manera muy negativa en conseguir más diagnósticos y más tratamientos. La asociación ha intentado promover que se sigan realizando estos diagnósticos, con iniciativas como la entrega de becas para financiar estudios de investigación que consigan aumentar el diagnóstico. La segunda línea de trabajo más importante es la enfermedad de hígado graso no alcohólico (EHGNA). Debido a la epidemia de obesidad, las cifras están incrementándose de manera muy importante. Sobre ello, hemos trabajado en promover la investigación y en preparar a los servicios asistenciales para atender a un número muy importante de pacientes.

P. ¿Y la tercera línea de trabajo a reseñar?

R. El tercer tema importante de este año ha sido el cáncer de hígado. Es un cáncer muy peculiar, que se diagnostica prácticamente en mismo número de los pacientes que fallecen. Es decir, en España se diagnostican cerca de 6.000 pacientes al año y fallecen prácticamente el mismo número. Desde la AEEH hemos promovido tanto el diagnóstico como el manejo y tratamiento de este tumor en sus distintos aspectos. Hemos luchado para conseguir que todos los fármacos que estén aprobados por las agencias regulatorias estén disponibles para los pacientes españoles. Asimismo, hemos promovido un curso de formación para hepatólogos en el manejo multidisciplinar del paciente con cáncer de hígado.

P. Fuera de la sociedad, ¿qué avance destacarías de la enfermedad hepática acontecido este año?

R. En general, la enfermedad hepática es bastante prevenible. Por ello, aunque es importante trabajar en diagnóstico y tratamiento, también lo es hacerlo en prevención. Por ejemplo, España sigue teniendo una tasa de consumo de alcohol por habitante muy elevada, lo que condiciona la presencia de enfermedad hepática alcohólica. En hepatitis virales, evitar el contagio previene la enfermedad hepática, así como la adopción de hábitos saludables previene la posibilidad de EHGN. La Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL), junto a la Comisión Europea (CE), ha presentado un programa donde se manifiesta la importancia de la prevención de las enfermedades hepáticas. Deberemos convencer a las autoridades de que existen una serie de medidas sociales que pueden ayudar mucho a prevenir la enfermedad hepática.

“España sigue teniendo una tasa de consumo de alcohol por habitante muy elevada, lo que condiciona la presencia de enfermedad hepática alcohólica”

P. ¿Qué otros restos destacaría para 2022?

R. Todos los retos comentados siguen vigentes. Debemos mejorar en la eliminación de la hepatitis C y B. También debemos seguir trabajando en concienciar a la población sobre el hígado grasos. Y a los médicos de atención primaria, virólogos y otros especialistas de la importancia que tiene esta enfermedad, la cual no deja de ser parte de un espectro de una enfermedad sistémica que es el síndrome metabólico pero que, en cualquier caso, necesita de una aproximación de los especialistas del hígado. Y, desde luego, trabajar en prolongar la supervivencia de pacientes con cáncer de hígado.

P. ¿Llegará en 2022 un plan para descubrir la enfermedad oculta en pacientes con cirrosis hepática?

R. Hemos llegado a un consenso sobre cómo se debe diagnosticar precozmente la enfermedad hepática en atención primaria. Estamos trabajando con sociedades científicas, tanto de primaria como especializada, para conseguir convencer los compañeros de que se lleve a cabo un cribado de enfermedad hepática en primaria.

P. ¿Por dónde deben ir las campañas sociales para concienciar sobre esta enfermedad?

R. Fundamentalmente, por concienciar a la gente de la importancia de la dieta, el ejercicio y la reducción del consumo de alcohol que, insisto, es un tema muy relevante. Sabemos que el consumo de alcohol condiciona de manera importante la enfermedad hepática. También en las hepatitis virales, puesto que muchas de ellas tienen un contagio a través de prácticas inadecuadas. Hay que intentar instruir a la población con información, en especial en colectivos vulnerables.

“En cáncer de hígado hay que mejorar en la eficacia y en los efectos secundarios de los tratamientos”

P. Ya conocemos la importancia de Oncoliver, ¿hacia dónde debe evolucionar esta plataforma?

R. Oncoliver pone en conocimiento de la comunidad médica española dónde se está llevando a cabo investigación clínica en cáncer de hígado y qué ensayos clínicos están disponibles. En cáncer de hígado hay que mejorar en la eficacia y en los efectos secundarios de los tratamientos, tanto en primera línea como en los tratamientos de rescate cuando no funciona la primera línea. Es muy importante continuar con la investigación.

P. Con respecto a los tratamientos, ¿hay que seguir acortando la brecha con Europa respecto al tiempo que transcurre entre la aprobación y la decisión de precio y reembolso?

R. En España, hay determinados productos que suponen una innovación terapéutica muy relevante y que deben tener un trato preferente. Hay otros fármacos que pueden llevar un curso más estándar. pero, por ejemplo, en cáncer de hígado, si dispones de un tratamiento que ha demostrado mejoras en la supervivencia, el hecho de tener que esperar un plazo de meses, o tener que afrontar un camino administrativo muy enrevesado para conseguir prescribir este tratamiento, no es coherente. Las Administraciones deben ayudarnos con esto.

P. ¿Y cómo se explica que, respecto a los tratamientos de segunda línea, las Administraciones recomienden tratamientos que luego no financian?

R. En España tenemos un sistema que es bastante malo para estas cuestiones. La evaluación en torno a la eficacia y seguridad se hace a nivel europeo y en España se le da posteriormente precio y financiación a esa innovación. Pero ahí no acaba el camino; luego entran en escena las CC. AA. Estos tres pasos —aprobación europea, precio y financiación por la Administración central y que luego las CC. AA. lo pongan a disposición de los pacientes— es lo que hace que la demora sea, en algunos casos, insoportable. Y esto afecta a medicamentos que tienen importancia o mucha importancia para los pacientes, como puede ser aumentar su supervivencia. El hecho de que el camino administrativo no sea sencillo provoca en la práctica que se prescriba menos. En otros países, al día siguiente en el que se aprueba por la EMA ya está disponible para su prescripción. Quizá deberíamos tender en España a un modelo más ágil y eficaz en la puesta a disposición de los pacientes de estas innovaciones.

P. ¿Cómo valora la incorporación de la AEEH al Comité de Calidad y Sociedades de los Premios Best in Class (BIC)?

R. La AEEH, como cualquier otra sociedad, está encantada de participar porque son unos premios con una gran tradición que premian la excelencia sanitaria. Estamos encantados de participar y favorecer que haya una cierta competencia sana entre los hospitales por mejorar.


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