Con motivo del Día Mundial del Tiroides que se celebra el 25 de mayo, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), reivindica la función del endocrino como esencial en el abordaje de los trastornos de la glándula tiroides. En concreto, la sociedad científica remarca el papel de este especialista en el momento de realizar un estudio exhaustivo del nódulo tiroideo que contempla la ecografía tiroidea y la punción aspirativa si se requiere.

Según la coordinadora del Área de Tiroides de la SEEN, Elena Navarro, los nódulos tiroideos son un motivo de consulta cada vez más frecuente en endocrinología “por al aumento de exploraciones radiológicas (ecografías, TACs, PETs) realizadas en el contexto de otras enfermedades que localizan nódulos en el tiroides. Sin estas exploraciones, pasarían inadvertidos al no ocasionar sintomatología, y lo importante en esta patología es descartar una neoplasia maligna, aunque solo un 4-10 por ciento de los nódulos son malignos”.

Navarro asevera que el estudio riguroso de cada caso contribuye a “que el diagnóstico sea más completo, rápido y eficiente, posibilitando diferenciar los nódulos que precisan cirugía de aquellos que no la requieren. En los nódulos benignos es importante vigilar los posibles cambios en el tamaño o sus características, por lo que el seguimiento se realiza también mediante ecografía en las consultas de endocrinología”.

La prevalencia de esta patología en la población es elevada, estimándose en un 40-67 por ciento tras la realización de estudios necrópsicos y ecográficos, frente a solo un 3-7 por ciento de casos de nódulos tiroideos detectados por palpación.

“Es frecuente que sean identificados en el curso de otras exploraciones: en eco-Doppler de vasos cervicales (1-5 por ciento), TAC y RMN de cuello (3-16 por ciento) y tomografía por emisión de positrones (PET, 1-3 por ciento), pero la mayoría de estos nódulos llamados incidentalomas son benignos”, explica la endocrina. En cuanto al perfil del paciente que sufre esta enfermedad, es más frecuente en mujeres, en las personas que residen en regiones con deficiencia de yodo y en pacientes con un historial de irradiación de cabeza o cuello y su incidencia aumenta con la edad.

Nódulos tiroideos, sin sintomatología concreta

Los nódulos en el tiroides normalmente no presentan ninguna sintomatología concreta, aunque la coordinadora de Tiroides de la SEEN sostiene que “en los casos en los que el paciente lo nota, se aprecia un abultamiento en la cara anterior del cuello que no suele ocasionar molestias locales. Un reducido porcentaje tiene nódulos de gran tamaño que ocasionan síntomas locales (ronquera, dificultad para tragar, etc.) y, asimismo, un escaso número de nódulos afectan al funcionamiento del tiroides”.

Un nódulo tiroideo es una lesión concreta palpable o visualizada a través de técnicas de imagen dentro de la glándula tiroidea. Esta lesión puede ser la única dentro de la glándula (nódulo solitario) o existir varias (multinodular). Navarro mantiene que “su relevancia clínica está principalmente relacionada con la necesidad de excluir una neoplasia maligna”.

Todas las técnicas diagnósticas van encaminadas fundamentalmente a descartar malignidad, siendo la ecografía tiroidea la principal prueba para la identificación y el seguimiento de la patología nodular del tiroides.

“La ecografía permite identificar si las características del nódulo presentan benignidad o son sospechosas de malignidad. En función de sus características se decidirá la realización o no de una punción aspirativa con aguja fina del nódulo tiroideo, que es en último término la prueba que nos permite diagnosticar con mejor sensibilidad tumores y, por lo tanto, determinar el tratamiento más oportuno”, destaca Navarro. El único abordaje que precisan los nódulos tiroideos en los casos de que sea tumorales es la cirugía, ya que en caso contrario no requieren ningún tratamiento. “Esto evidencia la importancia de realizar un diagnóstico adecuado, identificando los nódulos que precisan cirugía, para no intervenir a los que no la precisan”, añade la la coordinadora del área de Tiroides de la SEEN.

“La ecografía permite identificar si las características del nódulo presentan benignidad o son sospechosas de malignidad. En función de sus características se decidirá la realización o no de una punción aspirativa con aguja fina”

Elena Navarro, coordinadora del Área de Tiroides de la SEEN

Avances en el abordaje de la patología

En la actualidad se están llevando a cabo tratamientos mínimamente invasivos como la enolización o las terapias ablativas que permiten controlar el tamaño de los nódulos benignos de importante tamaño sin necesidad de cirugía. Estas técnicas son realizadas en muchos centros por endocrinólogos y siempre bajo su supervisión. La inteligencia artificial también se está aplicando en el diagnostico de los nódulos tiroideos.

En esta línea, la SEEN ha impulsado en los últimos años el papel del endocrinólogo mediante cursos específicos de formación y acreditación en ecografía tiroidea formando a un porcentaje importante de miembros de la SEEN. Asimismo, el área de tiroides de la sociedad científica ha llevado a cabo un estudio para evaluar cómo actúa el tratamiento en aquellos nódulos con citologías, conocidas como indeterminadas, cuyos resultados se presentarán en breve.


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