El ECDC recomienda que los centros médicos mantengan y refuercen las medidas de prevención y control de infecciones (IPC), debido a la alta transmisión comunitaria y co-circulación de virus respiratorios como COVID-19, la influenza, el virus respiratorio sincitial (RSV) y otros. La implementación debe basarse en un enfoque que tenga en cuenta todos estos virus.

La circulación simultánea de diferentes virus plantea un desafío en el manejo de un gran número de pacientes con infecciones virales respiratorias y puede provocar brotes en entornos hospitalario o de atención médica. 

Las prácticas de IPC mitigan la propagación de virus respiratorios dentro de los centros de atención médica que están especialmente en riesgo durante los momentos de máxima circulación de virus respiratorios y admisiones hospitalarias. Estos consisten en medidas administrativas (como triaje y ubicación de pacientes), precauciones como el higiene de manos con el uso adecuado de equipo de protección personal (EPP) y medidas ambientales (como limpieza y ventilación).  

Se recomienda realizar pruebas para la detección temprana de casos de COVID-19, influenza y RSV para facilitar el manejo óptimo de los pacientes ingresados ​​y la asignación adecuada de habitaciones y camas.

Durante los períodos de alta transmisión comunitaria de estos virus respiratorios, se debe recomendar al personal, los visitantes y los pacientes, además de una higiene respiratoria y de manos adecuada, que usen mascarillas médicas en las áreas comunes de las instalaciones de salud y las habitaciones de los pacientes.

Las medidas pueden ajustarse cuando finaliza el período de alta transmisión comunitaria. Los establecimientos de atención médica deben garantizar que el EPP esté disponible y se use adecuadamente para proteger al personal que brinda atención al paciente. Se debe ofrecer la vacunación contra la influenza estacional y el COVID-19 a todo el personal del centro de atención médica.

Ventilar y desinfectar

En las habitaciones de los hospitales, se recomienda la limpieza regular del piso y las superficies que se tocan con frecuencia, seguida de la desinfección de las superficies que se tocan con frecuencia, utilizando desinfectantes hospitalarios activos contra virus.

La ventilación es una medida ambiental clave para la prevención de infecciones virales respiratorias en el cuidado de la salud y otros entornos cerrados. Las intervenciones adicionales de PCI incluyen garantizar medidas de distanciamiento físico, particularmente en áreas comunes y servicios de visitas domiciliarias para pacientes vulnerables y, si es factible, evitar los servicios ambulatorios y de emergencia abarrotados.

Estas recomendaciones forman parte del informe Consideraciones para las prácticas de prevención y control de infecciones por infecciones virales respiratorias en entornos sanitarios, publicado el lunes por el ECDC.


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