La COVID-19 ha propiciado un notable aumento en la cifra de personas vacunadas frente a la gripe en la campaña de vacunación 2020-2021. Esta es la conclusión que se extrae de los datos recopilados por El Gripómetro, el estudio demográfico sobre vacunación antigripal que realiza la farmacéutica Sanofi Pasteur cada año.
Y la culpable del crecimiento registrado es, mayoritariamente, la pandemia de COVID-19. Al ser preguntados por las razones, 8 de cada 10 nuevos vacunados entre la población general y 4 de cada 10 entre los profesionales sanitarios reconocen la influencia que ha tenido la pandemia en su decisión de vacunarse contra la gripe.
En concreto, la población general destacó en la encuesta los siguientes motivos de vacunación antigripal: la posible protección que pudiera ofrecer la vacuna de la gripe frente a la COVID-19; evitar que la gripe agrave el estado de salud en caso de contagiarse del nuevo virus; y ayudar a no confundir los síntomas entre ambas enfermedades.
Por su parte, los sanitarios lo hicieron para proteger su estado de salud; evitar el colapso del sistema sanitario ante nuevos rebrotes de COVID-19; o no contagiar a sus pacientes.
Aumento de la vacunación en los grupos de riesgo
A causa de la crisis sanitaria generada por la pandemia la OMS recomendó incrementar las ratios de vacunación contra la gripe, especialmente entre los colectivos de mayor riesgo. Precisamente, los crecimientos registrados en estos colectivos para los que se recomienda la vacunación antigripal han sido importantes.
Por un lado, el 68,2 por ciento de los mayores de 65 años se han protegido de la gripe en esta campaña de vacunación. Por tanto, se ha experimentado un crecimiento de más del 10 por ciento respecto a la cifra oficial de la anterior campaña (54,6 por ciento). Destacan las comunidades autónomas de La Rioja, Navarra y Castilla-La Mancha que han logrado superar la ratio fijada, con coberturas del 80,6 por ciento, 78,1 por ciento y 75,2 por ciento, respectivamente.
El otro colectivo de riesgo, el de las embarazadas y las personas con condiciones de riesgo de entre 18 y 64 años, ha alcanzado un 49,3 por ciento de vacunación. Esta cifra está muy por encima de la cobertura del 24,1 por ciento de la temporada 2019-2020, pero aún por debajo del objetivo del 60 por ciento.
Por otra parte, los médicos de atención primaria han rozado el objetivo del 75 por ciento, alcanzando un 71,6 por ciento de cobertura respecto al 41 por ciento de la campaña anterior. Mientras, el colectivo de enfermería sí ha conseguido el objetivo con una cobertura de un 76,7 por ciento respecto al 42,8 por ciento de la pasada temporada.
Concienciación de la población
La pandemia ha incidido positivamente en la concienciación sobre la necesidad de protegerse de la gripe, una enfermedad responsable de hasta 50.000 hospitalizaciones y de entre 3.900 y 15.000 muertes en España en un año normal, principalmente, en mayores de 65 años. Uno de los principales problemas asociados a esta patología son las complicaciones cardiovasculares.
Seis de cada 10 encuestados vacunados han asegurado que mantendrán el hábito en las futuras campañas. De hecho, el 71,6 por ciento de los profesionales sanitarios encuestados afirma que, una vez la pandemia esté controlada, continuarán vacunándose. Asimismo, el 65,9 por ciento de los médicos de atención primaria encuestados están de acuerdo en que la vacunación fuese obligatoria entre los profesionales sanitarios en futuras campañas.
Aunque la concienciación sí ha aumentado entre el personal sanitario con la necesidad de prescribir la vacuna antigripal, aún se debe de seguir concienciando a los grupos de riesgos sobre las consecuencias de la gripe, pues solo el 17,3 por ciento de los encuestados la percibe como una enfermedad grave y que puede ocasionar la muerte.
“La campaña de vacunación con mejor cobertura de los últimos años y el uso de mascarilla, distanciamiento social, lavado de manos y ventilación han favorecido la baja presencia de la gripe esta temporada. Sería aconsejable que, una vez superada la pandemia, se mantuvieran las ratios de vacunación. La vacuna antigripal es de las más adecuadas medidas de prevención frente a la gripe y sus complicaciones”
Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AES)
Compra de dosis ante la demanda creciente
Ante el aumento de la demanda de la vacunación antigripal en todo el mundo, en gran parte debido a una población cada vez más concienciada, se necesita una mayor planificación y anticipación en la compra de dosis para poder disponer de las vacunas necesarias para la temporada 2021-2022, señala Sanofi.
Esto es lo que han hecho países como Austria, Francia y Bélgica que, viendo el drástico incremento de la demanda en 2020, ya han tomado la delantera este año cerrando la adquisición de vacunas frente a la gripe para esta temporada.
Sobre las vacunas antigripales…
Las vacunas frente a la gripe pueden ser inactivadas (elaboradas con virus inactivados por métodos físicos o químicos) o bien atenuadas (elaboradas a partir del virus debilitado). Desde la temporada pasada, la OMS recomienda anualmente las 4 cepas a incluir en las vacunas para la siguiente temporada de gripe. Por lo tanto, la tetravalente es la que ofrece el máximo espectro de protección al incluir todas las cepas, lo que representa un nivel de protección óptimo.
Dentro de las vacunas de tetravalentes (de cuatro cepas) se distinguen las de dosis estándar (con y sin adyuvante) y las de alta carga. Estas últimas tienen cuatro veces más cantidad de antígeno y están especialmente indicadas en personas mayores de 65 años, uno de los colectivos más expuestos a las complicaciones derivadas de la gripe estacional, debido al fenómeno de inmunosenescencia asociado a la edad, que provoca que no respondan eficientemente a la inmunización con la vacuna de dosis estándar.
Según el Consejo Europeo, la vacunación representa una de las herramientas de salud pública más efectivas y, de hecho, coste-efectivas. Además, el Consejo alienta a los países de la UE a que ofrezcan una vacunación apropiada a los grupos de población considerados de riesgo en términos de enfermedades específicas y consideren la inmunización más allá de la infancia y la niñez mediante la creación de programas de vacunación a lo largo de toda la vida.