E. B. Barcelona | viernes, 16 de diciembre de 2016 h |

La hipertensión arterial (HTA) es un problema de salud muy prevalente en España, ya que se estima que unos 14 millones de personas pueden sufrir esta patología. Hay que tener en cuenta, por otro lado, que muchos de estos pacientes no están diagnosticados o bien controlados. Este es un factor muy relevante, ya que esta enfermedad está muy relacionada con los fallecimientos causados por patologías cardiovasculares, que ya constituyen la primera causa de muerte en España.

Para realizar un análisis de cómo se aborda desde atención primaria (AP) la hipertensión arterial, el pasado mes de abril se puso en marcha el proyecto EFIGIE-HTA, impulsado por la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LEHLA) y con la colaboración del laboratorio farmacéutico Chiesi. En esta entrevista, Nieves Martell, coordinadora de este proyecto, comenta los principales resultados y conclusiones del mismo.

Pregunta. ¿En qué consiste el proyecto EFIGIE-HTA?

Respuesta. Es un proyecto concebido para analizar cómo se están gestionando los casos de hipertensión arterial en las consultas de atención primaria, es decir, qué recursos tiene AP y cómo los está empleando. Los directores de los 31 centros de atención primaria que participan han dispuesto de una herramienta web de autodiagnóstico para evaluar cinco bloques diferentes.

Uno de los bloques está relacionado con los sistemas de información, es decir, si hay historia clínica compartida entre AP y especializada, y cómo emplean las nuevas tecnologías en general; otro bloque, relacionado con las pruebas que realizan, es decir, qué pruebas diagnósticas y analíticas solicitan y con qué frecuencia; otro bloque sobre aspectos organizativos, es decir, qué tipo y cantidad de población tienen asignados o con qué centros de atención especializada cuentan y dónde están situados; un bloque sobre la demanda asistencial y el consumo de recursos, y otro sobre si cuentan con programas de formación continuada para médicos y enfermeras.

P. ¿Cuáles son las principales conclusiones a las que han llegado?

R. Pues que hay varios aspectos importantes que se pueden mejorar. Hay pacientes, sobre todo los que presentan hipertensión severa, que se ven en AP más veces de las necesarias. Un factor muy relevante es que no todos los centros disponen de herramientas para llevar a cabo la Monitorización Ambulatoria de Presión Arterial (MAPA). Y algunos centros, aunque tengan esta herramienta, no la emplean adecuadamente. Por ejemplo, el electrocardiograma se pide más de la cuenta en pacientes hipertensos que no tienen problemas añadidos. La analítica básica se pide cada tres meses, y bastaría realizarla cada seis meses. Evidentemente, estamos hablando de conclusiones generales, y, por otro lado, muchos pacientes tienen otras necesidades. También cabe destacar que, en general, las derivaciones no están muy bien organizadas. En muchos sitios no hay unidades especializadas en hipertensión, y, en estos casos, es donde peor gestionadas están las derivaciones.

P. ¿Mejorar la coordinación entre atención primaria y especializada sigue siendo una asignatura pendiente en el manejo del paciente hipertenso?

R. Sí, porque, por ejemplo, a veces el médico de atención primaria envía al paciente al especialista, este realiza su trabajo, pero el paciente desaparece. Es clave que el médico de AP y el de especializada trabajen de forma coordinada para tomar decisiones. Este es un aspecto que claramente se puede optimizar y ayudaría mejorar mucho la atención de los pacientes hipertensos.

P. ¿Cuál será el siguiente paso en el marco de su proyecto?

R. Ahora celebraremos dos workshops, uno en Madrid y otro en Barcelona, con los directores de los centros de atención primaria que participan en el proyecto. Los workshops contarán con una parte teórica sobre autogestión, y luego presentaremos los resultados y los discutiremos con los responsables de los centros para llegar a acuerdos sobre cómo mejorar la gestión del paciente.

P. Se cree que en España podría haber 14 millones de hipertensos. Es un grupo muy numeroso y heterogéneo de pacientes. Esta elevada prevalencia, ¿es un problema añadido en el manejo de esta patología?

R. Pues sí, porque están muy dispersos, ya que pueden pasar por atención primaria, por el internista, por el cardiólogo… Así que son pacientes tratados desde diferentes puntos de vista. Es muy importante homogeneizar y optimizar la gestión de la atención de estos pacientes.

P. En la gestión de los pacientes hipertensos en atención primaria, ¿cuál es el papel que debería desempeñar enfermería?

R. El rol de las enfermeras es crucial en esta patología, como lo es, por supuesto, en otras enfermedades crónicas. En tres de cada cuatro pacientes, el control lo pueden llevar a cabo las enfermeras, con lo que, de este modo, no se sobrecarga al médico. Las enfermeras pueden tomar la tensión, controlar la glucemia… y si hay resultados que están por encima de los niveles recomendados, derivan al médico.

Creo que una de las ideas clave que se pueden desprender de este proyecto es que hay que pasar de una atención basada en que el paciente llegue a consulta y demande, a una atención que esté basada en la óptima gestión de los recursos. Y, en este sentido, reforzar el papel de las profesionales de enfermería, mejorar la coordinación de estas con los médicos, potenciar la responsabilidad de los médicos en la gestión de sus consultas, y aspectos como mejorar también la coordinación con especializada, es caminar en la buena dirección. Si la gestión de la consulta de atención primaria está optimizada, el paciente hipertenso estará mucho mejor atendido.

LAS FRASES

Es necesario mejorar la coordinación entre Atención Primaria y Especializada”

El rol de las enfermeras es muy importante en el manejo del pacientes con hipertensión”