GM | martes, 02 de julio de 2019 h |

La prevalencia de la infección activa por el virus de la hepatitis C (VHC) en pacientes coinfectados por VIH en España se situó en 2018 en el 3,7 por ciento lo que ha supuesto un descenso de 53,8 por ciento respecto a 2017 (8 por ciento) y del 83,3 respecto a 2015 (22,1 por ciento).

Este descenso en la prevalencia de infección activa observado en los últimos tres años es debido al acceso a tratamientos anti-VHC basado en los antivirales de acción directa (ADD), tal y como han destacado varios especialista en rueda de prensa para presentar un nuevo estudio realizado por expertos de GeSIDA (Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica).

“El acceso a los tratamientos es el factor determinantes para este descenso” ha destacado Juan Berenguer, coordinador de este trabajo y especialista en el Hospital Gregorio Marañón. Asimismo, ha resaltado que en el momento de hacerse el estudio hace 7 meses, un tercio de los pacientes con VHC activa estaba recibiendo tratamiento con AADs “con lo cual consideramos que la mayoría de estos pacientes habrían logrado la respuesta viral sostenida”, añadió. Lo que podría dar lugar a que la proporción de infección activa por VHC en pacientes con VIH en España en 2018 se situé en un 2,5 por ciento.

Por su parte, Juan González, del Hospital Universitario La Paz, puntualizó que la prevalencia del VHC la encontramos en el historial de pacientes con adicciones por vía intravenosa, así como la infección ha ido creciendo en hombres que tienen sexo con hombres.

Uno de los datos que más ha llamado la atención de los expertos es que el 26,4 por ciento de los pacientes que han logrado respuesta viral sostenida tras el tratamiento padecían cirrosis hepática. “Esto nos indica que hay que seguir trabajando en este aspecto. Es parte negativa del estudio”, aseguraba González.

Hacia 2030

Los datos del estudio indican “que España está en una posición absoluta para cumplir los objetivos que la OMS para 2030 y convertirla en una enfermedad residual”, explicaba Javier García-Samaniego, coordinador de la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE).

El especialista también ha señalado que la tasa de infradiagnóstico se ha ido rebajando “y se oscila que hay 50.000/60.000 personas sin saber que padecen VHC”. El buen funcionamiento de la coordinación asistencia permite que las personas con VIH sean fácilmente diagnosticadas de VHC “porque ya están dentro del sistema. En cambio, el usuario de drogas que no está coinfectado no llega tan rápido al hospital”, concluyó.