En una época marcada por el cierre ocasional —y siempre forzoso— de fronteras físicas (ya sabemos el culpable), al menos para la ciencia y la investigación siguen plenamente abiertas. Ello permite que una nueva compañía biotecnológica haya ‘aterrizado’ recientemente en España procedente de su país de origen: Bélgica. Se llama Galápagos, lo hace con el objetivo de “ofrecer soluciones a necesidades de los pacientes no cubiertas”, en especial en las áreas de inflamación y fibrosis. En su nuevo destino cuenta con la ayuda de compañero de viaje que ya ‘conoce’ bien este país. Se trata de Gilead, con el que tiene vigente desde 2019 un acuerdo de beneficio mutuo en las áreas de investigación y comercialización.

La información del ‘pasaporte’ tumbaría la anterior presentación, dado que Galápagos ya acumula once meses asentándose en España. Pero la presentación ‘oficial’ de esta compañía en nuestro paístuvo lugar el pasado 21 de octubre, en un encuentro virtual que contó con la participación de Carlos Hoyo y Fernando Osorio, director general y director médico, respectivamente, de la compañía en España.

Las cifras

Siguiendo con los datos, en su cómputo global (presencia en ocho países en Europa y EE.UU), Galápagos acumula más de 20 años con la I+D como eje central de la compañía. De hecho, el 80 por ciento de los empleados de Galápagos trabaja en esta área. Su actual pipeline incluye más de 30 nuevos fármacos candidatos en enfermedades inflamatorias y fibrosis.

Respecto a España, la sede central se ubica en Madrid. “Empezamos en este 2020 y ya hemos creado un equipo de 25 personas. Pero esperamos cerrar 2021 con 50 personas”, subraya Carlos Hoyo. Respecto al acuerdo con Gilead, esta compañía puede acceder a la Plataforma de Descubrimiento de Dianas de Galápagos —“con capacidad de influir a partir de los estadios IIB”, confirma Hoyo— “y Galápagos se beneficia de los conocimientos y experiencia en la comercialización de Gilead”, concreta por la otra ‘rama’ del acuerdo.

“Además de mantener nuestros esfuerzos en investigación, hemos dado el paso de comercializar nuestros tratamientos. En este sentido, España ha sido uno de los primeros países elegidos para su expansión”, confirma su director general.

La ‘Plataforma de Descubrimiento de Dianas’

El director médico de Galápagos en España explicó en qué consiste esta plataforma pionera que lleva ya 20 años en funcionamiento. “Trabajamos con muestras de células humanas de pacientes enfermos. Los genes de estas células pueden expresar de manera defectuosa una serie de proteínas que pueden provocar inflamación. A lo largo de estos años de investigación lo que hemos hecho ha sido desarrollar un ‘catálogo’ de más de 6.000 adenovirus que introducimos en estas células humanas de pacientes enfermos con el fin de ‘silenciar’ determinados genes”, detalla.

De esta forma, continúa Osorio, “descubrimos aquellas proteínas que están jugando un papel clave en la causa de la enfermedad y a continuación trabajamos para desarrollar pequeñas moléculas, es decir, potenciales medicamentos, que ralenticen o supriman las proteínas ‘diana’, con el objetivo de abordar directamente la raíz de la enfermedad y no sólo sus síntomas”.

Inflamación y fibrosis, áreas terapéuticas prioritarias

La Plataforma de Descubrimiento de Dianas es lo que ha permitido a Galápagos desarrollar una molécula que ha recibido recientemente la aprobación de la Comisión Europea como una nueva opción terapéutica para los pacientes de artritis reumatoide, y que será comercializada en Europa por Galapagos en colaboración con su socio Gilead. “Ya estamos trabajando para que llegue pronto a los pacientes españoles”, afirma Carlos Hoyo.  

Se trata de un fármaco oral, de una toma diaria, y es un inhibidor preferente de JAK1, una vía de señalización celular. Los inhibidores JAK son pequeñas moléculas capaces de atravesar la membrana de las células e inhibir de forma más o menos específica diferentes vías de señalización, implicadas en enfermedades como la artritis reumatoide.