Durante la última década, los avances ligados al abordaje de la obesidad han tenido un aumento exponencial gracias a la medicina personalizada y de precisión. En este aspecto, el estudio del tejido adiposo subcutáneo está consiguiendo mejorar notablemente el fenotipado de la enfermedad. Evaluar parámetros como el grado de inflamación de este tejido, la presencia de fibrosis y el tamaño de los adipocitos puede ser crucial de cara a clasificar, inicialmente, a cada uno de los pacientes con obesidad. Además, proporciona información muy útil de cara a valorar tanto su pronóstico como la mejor opción terapéutica.

“El fenotipado de los pacientes es una necesidad asistencial creciente en el manejo de pacientes con obesidad”, asegura Albert Lecube, vicepresidente de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y director de un curso de especialización en la Técnica de Biopsia de Tejido Adiposo Subcutáneo en el Centre de Recerca Experimental Biomédica Aplicada (CREBA) de Lleida. Según indica, “buscar características individuales en el estudio del tejido adiposo, mediante la realización de una sencilla biopsia de tejido adiposo subcutáneo, abrirá una ventana hacia la personalización y la medicina de precisión en la obesidad, proporcionando una información esencial para el éxito del tratamiento”.

Aumentar las tasas de éxito

Gran parte de las altas tasas de fracaso que se registran en el manejo de la obesidad se debe a que se aborda sin tener en cuenta la variedad de orígenes o su complejidad. Sin embargo, como explica la investigadora y actual presidenta de la SEEDO, María de Mar Malagón, “existe una evidencia aplastante de que la obesidad es una enfermedad sumamente compleja y con orígenes muy diversos, desacreditanto el clásico cliché de que las personas con obesidad llevan décadas escuchando: ‘ganas peso porque comes más y no te mueves’. Pero, como indica esta experta, “la obesidad no es una elección del paciente que la sufre y no todos los pacientes ganan peso por los mismos motivos; ya no hay que hablar de ‘obesidad’ si no de ‘obesidades’”.

El abordaje de los profesionales sanitarios frente a la obesidad no está evolucionando de forma paralela a la generación de nuevas evidencias sobre la enfermedad. Según expone Lecube, que es también jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida, “no profundizamos en el estudio de los mecanismos etiopatogénicos que provocan la ganancia ponderal; además, el manejo sigue basándose en el cambio de hábitos y, aún sólo de manera ocasional, en el uso de fármacos antiobesidad”.

Otro aspecto importante en el manejo de la obesidad es la falta de estudios ligados al tejido enfermo, es decir, el tejido adiposo. A diferencia de lo que sucede en otras enfermedades como la psoriasis o la cirrosis, donde es habitual proceder a la biopsia y estudio de la piel y el hígado, en la obesidad no es nada común el estudio del tejido adiposo para conocer qué nivel de alteración o disfunción presenta cada paciente. “Los especialistas que abordan la obesidad deben aprender a biopsiar el tejido adiposo siempre que sea necesario, y ser capaces de ofrecer al paciente la importante información para su salud que de esta exploración se deriva”, afirma Javier Butragueño, vocal de la Junta de SEEDO.

Formación imprescindible

Ante esta situación, el empleo de recursos como la biopsia de tejido adiposo subcutáneo puede ofrecer importantes beneficios clínicos. Motivo de ello, desde la SEEDO han desarrollado un curso para formar a todos los socios que lo precisen. “Si queremos avanzar hacia una medicina personalizada en el paciente con obesidad, debemos disponer de información sobre el estado del tejido adiposo de los pacientes, sobre su grado de inflamación, la presencia de fibrosis o incluso el tamaño de los adipocitos”, indica Lecube.

Para esta formación se han empleado simuladores sintéticos de tejido adiposo para hacer las primeras prácticas, pasando posteriormente a replicar la técnica en el modelo porcino. También se han empleado muestras de pared abdominal de animales muertos (ex vivo) y, finalmente, un modelo animal vivo para conseguir la máxima similitud con el cuerpo humano (in vivo).

El objetivo de este curso es formar a profesionales procedentes de las Unidades de Obesidad acreditadas por la propia SEEDO y la Sociedad Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO) en una técnica rápida, sencilla y segura. Así estarán capacitados para realizar una biopsia del tejido adiposo en la propia consulta externa. De esa forma, aclara el Lecube, “estos profesionales adecuadamente formados deberían actuar como difusores de conocimientos en sus centros de salud y hospitales, propagando el conocimiento y el uso de las nuevas opciones de diagnóstico y seguimiento en la obesidad. Su misión es extender y difundir la excelencia en el manejo de la obesidad que los pacientes que viven con ella merecen”.


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