CARMEN M. LÓPEZ Madrid | viernes, 08 de septiembre de 2017 h |

Actualmente no existe cura para la artritis reumatoide (AR). Es por ello que el objetivo terapéutico más importante es frenar la progresión de la enfermedad. Así lo explicó Ricardo Blanco, especialista del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, durante la presentación de una nueva terapia dirigida, baricitinib, comercializado por Lilly como Olumiant.

La estrategia terapéutica que hasta ahora se ha regido en la práctica clínica es el ‘treat-to-target’, que intenta conseguir la remisión sostenida de la enfermedad.

En paralelo, las terapias que se utilizan en el manejo de estos pacientes son los antiinflamatorios no esteroideos, los glucocorticoides, los FAMEs sintéticos convencionales y los FAMEs biológicos. Sin embargo, la mayoría de pacientes comienzan tomando fármacos de los dos primeros grupos junto con un FAME convencional. Si el paciente no responde, pasa al cuarto y último grupo terapéutico. En este escenario, es donde aparecen los fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad sintéticos dirigidos, es decir, los inhibidores de JAK.

Es el caso de baricitinib, ya disponible en España, y que supone una nueva opción terapéutica para el tratamiento oral de la AR con actividad de moderada a grave en pacientes adultos con respuesta inadecuada o intolerancia a los FAME. Su administración es oral.

Este inhibidor selectivo y reversible de JAK 1 y JAK 2 logra reducir la inflamación. A través de un novedoso mecanismo de acción dirigido a una diana específica ha demostrado su eficacia para frenar la progresión de esta patología, al tiempo que también permite reducir los efectos secundarios más comunes de los FAME convencionales como metotrexato.

Esta molécula ha demostrado superioridad estadísticamente significativa frente a un anti-TNF como adalimumab, en múltiples parámetros de eficacia, ambos en combinación con metotrexato.

Otra de las novedades de este tratamiento es el tiempo de inicio de la eficacia, que fue rápido en todos los ensayos clínicos. Como explicó el director médico de Lilly, José Antonio Sacristán, con este fármaco se pretende dar una respuesta a todos aquellos pacientes que no obtenían los necesarios resultados de efectividad, especialmente tras ser tratados con el anticuerpo monoclonal, o tras tomar metotrexato, como medicamento de referencia este último de la nueva molécula.

Ensayos clínicos

Sacristán explicó que en los ensayos clínicos de baricitinib han participado casi 3.500 pacientes a nivel mundial. En total, cuatro estudios fase 3 a los que le precedido un estudio de extensión que ha alcanzado un periodo de observación posterior de hasta dos años.