La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) ha abordado en mesa redonda los “Retos de las Enfermedades Hepáticas: desde la prevención hasta la curación“. Al ser un órgano que no duele, el hígado es necesario acudir a los pacientes de riesgo y realizar análisis entre la población para prevenir las enfermedades hepáticas y evitar que se llegue al extremo de la gravedad.
“El hígado es una buena persona, pero como toda buena persona tiene sus límites. Pueden revertirse para darle una segunda oportunidad”, afirma Ramón Bataller, jefe del servicio de hepatología del Hospital Clínic de Barcelona y portavoz de la AEEH. “Tenemos una obligación ética como sociedad para que las personas predispuestas genéticamente al consumo de alcohol puedan evitarlo. En este sentido, lo que me parece más importante es la prevención en los colegios. La salud debería entrar más en las aulas. En general, fomentar la comunicación, ser didácticos, llegar a la población general. Nada mejor que tratar la causa y que no haya departamentos estancos en la sociedad”, recomienda Bataller.
Diagnóstico precoz como principio
Un estilo de vida saludable, la dieta mediterránea y beber menos alcohol son claves para prevenir la enfermedad hepática. Sin embargo, la pandemia ha supuesto un frenazo y ha instalado cambios estructurales entre la población, como el aumento de alcohol y la falta de ejercicio, que han aumentado los riegos de padecer hígado graso, que es la enfermedad más frecuente, que afecta a 1 de cada 4 españoles.
”Tenemos que incidir en la importancia del diagnóstico precoz. Es algo que tiene que pasar a formar parte de los médicos de atención primaria. Y la patología que se ha complicado mucho, tiene que ser tratada por equipos multidisciplinares (nutricionistas, preparadores físicos, psicólogos, etc.) para que la enfermedad hepática no sea tan prevalente”, añade Rocío Aller, hepatóloga en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, profesora Titular Facultad de medicina de Valladolid, vicepresidenta AEEH y directora científica del Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición de la UVA.
Hepatitis C, ‘la niña bonita’
‘La niña bonita’ de esta especialidad en España es la hepatitis C. Una historia de éxito. “Espero jubilarme con su erradicación, que haya desaparecido como problema de salud pública. Estamos en ese camino en España. No sólo hablamos de curar sino de eliminar la enfermedad”, recalca Javier Crespo, jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander). Profesor Titular Medicina (Universidad de Cantabria).
“Necesitamos dar un paso más. Hay que ir en busca de los colectivos vulnerables, como es el caso de los presos, y eliminar la estigmatización. Recordemos que en nuestro país en 2012 en prisión un 20 por ciento estaban infectados. Ahora hay menos del 1 por ciento de infectados. A eso hay que añadir que se debe evitar la reinfección. Por tanto, quedan dos claves: eliminar la enfermedad y cribar a todas las personas en los hospitales”, explica Crespo, quien añade que “en la AEEH hemos desarrollado un decálogo que tiene 10 mandamientos, con el foco en las urgencias para que, si fuera posible, todos los que acuden al sistema sanitario se hagan una vez en la vida un test de anticuerpos”. Ese cribado.
En busca de un Plan Nacional
Los expertos abundan en la necesidad de colocar las enfermedades hepáticas en la agenda de la sociedad, una pandemia que comenzó en EE.UU. hace 20 años y de la que deberíamos estar tomando nota. “Vamos a trabajar para conseguir con los todos organismos e instituciones un plan nacional en hepatopatías”, anuncia Manuel Romero, jefe de sección de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla), catedrático de Medicina (Universidad de Sevilla) y vicepresidente de la AEEH. “La cuestión es cómo vamos a adaptar la medicina personalizada y de precisión a la hepatología. Necesitamos la formación como eje transversal. No se puede olvidar que un 20 o 30 por ciento de la sociedad padece esta patología”, apunta.
Más formación en los colegios
El plan nacional de hepatitis C puso de acuerdo a todos los colectivos y fue un ejemplo internacional, con más de 160.000 pacientes tratados. “Esto se tiene que replicar con otras enfermedades hepáticas”, sostiene José Luis Calleja, jefe adjunto del Servicio de Gastroenterología del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda (Madrid), Catedrático de Medicina (UAM) y presidente de la AEEH. “En estas enfermedades, prevenir es curar, por tanto estamos llevando por toda España la ‘semana de las enfermedades hepáticas’ y nos embarcamos en el plan nacional que ya hemos planteado ante los grupos políticos. El objetivo es que la gente viva más y mejor con medidas bastante sencillas. En este sentido, los alumnos de primaria y secundaria tendrían que tener más asignaturas dedicadas a la salud, como una de hábitos saludables”, según Calleja.
Un análisis al año
Dentro de las medidas que más se están pidiendo desde la AEEH, se encuentra la de la analítica anual y la cercanía con atención primaria. Sonia Pascual, responsable de la Unidad de Hepatología del Servicio de Medicina Digestiva del Hospital Dr. Balmis (Alicante) entiende que “estos especialistas son los que mejor conocen al paciente. Son nuestra puerta de entrada, junto con urgencias, para no perder pacientes. Por tanto, hay que establecer adecuados vínculos y recomendar que se cribe la hepatitis C con un análisis. Porque tenemos los medios para no llegar al extremo de un trasplante. Por otro lado, contamos con los farmacéuticos, las unidades de salud mental y las de conductas adictivas”, concluye Pascual.