Del 15 al 17 de febrero, la Hospedería Fonseca de Salamanca acoge el I Congreso Nacional de Salud Mental Infanto Juvenil, una iniciativa de Fundaneed, la Fundación para la Ayuda a la Infancia y Adolescencia en las Necesidades Especiales del Desarrollo, y declarada de interés científico por la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental.

El encuentro, que tendrá lugar en un formato mixto, presencial y virtual, aspira a llegar al mayor número de profesionales posible, no solo del ámbito médico (psiquiatras, médicos de familia, pediatras, enfermería, psicólogos clínicos), sino también del entorno educativo, sin perder de vista que, tal y como reza el lema del congreso, “la detección precoz es la clave de la superación”.

Carlos Roncero Alonso, jefe del Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca (CAUSA) y presidente de la Sociedad Española de Patología Dual, es el director del Comité Científico de este primer congreso nacional. El experto explica a GACETA MÉDICA todos los detalles del encuentro.

Roncero ensalza que la principal novedad que aporta este foro es este enfoque multidisciplinar. “Aspiramos a incorporar una visión más amplia de la salud infanto juvenil, a poder incorporar otras miradas y abordar también las dificultades y situaciones en las que los niños, los adolescentes y los jóvenes se encuentran habitualmente en otros entornos como el educativo”, destaca.

“Aquí pasan una gran parte de su tiempo y la formación contribuye a modular o facilitar que se detecten o no algunas alteraciones que se pueden presentar en estas edades”, remarca el especialista, consciente de que “incorporar a todos estos profesionales, más allá de los perfiles sanitarios, es básico para ayudar en la detección precoz”.

Un completo programa

El I Congreso Nacional de Salud Mental Infanto Juvenil abordará todos los temas relevantes en relación con la patología del niño, según explica su director científico. “Hay temas relacionados con el neurodesarrollo, con las dificultades de lectoescritura, con los trastornos de ansiedad, el trastorno de déficit de atención e hiperactividad y otros temas fundamentales que se tratarán en distintos simposium, foros y talleres”, expone.

Carlos Roncero.

Asimismo, el congreso ha conseguido movilizar a un gran número de entidades colaboradoras, entre las que se encuentra el Colegio de Médicos de Madrid, la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Salamanca, la Universidad Pontificia de Salamanca o el Colegio Profesional de Enfermería de Salamanca, junto con el Consejo Económico y Social de Castilla y León. Además, está patrocinado por Legal Momentum y Tequial.

Roncero valora los apoyos recibidos. “Es importante que haya múltiples actores de la sociedad, que se conciencien de que la salud mental es fundamental, y, en concreto, que sepan que la salud mental de los jóvenes es todavía más importante”, destaca.

Es en esta etapa de la vida, añade, “cuando comienzan a desarrollarse algunos trastornos que, si se detectan precozmente, serán mínimos, pero que, si se retrasa la detección y el tratamiento, se pueden convertir en auténticas enfermedades mentales y suponer un auténtico problema”, indica.

Futuros especialistas en psiquiatría infantil y del adolescente

El encuentro se celebra apenas unas semanas después del primer examen MIR que abre el paso a la formación de 20 especialistas en psiquiatría del niño y el adolescente a nivel nacional. Roncero recuerda que esta especialidad lleva varios años en proceso. “Es importante que se haya podido oficializar en esta convocatoria. Es un campo que, en este país, requiere una gran expansión, no solo por la COVID, que ha sido un detonante, sino por la situación previa en la que la atención a la población infanto juvenil se realizaba de una manera parcial”, añade.

Según su análisis, “esta mejora no va a afectar solo a los pacientes y a los profesionales, sino también a las familias, a los pediatras y a los médicos de familia, que tendrán más referentes que hasta ahora”. En cualquier caso, el experto indica que “esta primera convocatoria es limitada y experimental y tendrá que crecer de cara a futuras convocatorias”.

Para finalizar, Carlos Roncero insiste en que la salud mental infanto juvenil es una cuestión que debe implicar a múltiples profesionales que van más allá del entorno sanitario. “Hay otros profesionales que también son importantes: pedagogos, profesores, etc., y todos, sanitarios y no, debemos contar con las familias, cuya aportación y colaboración resulta fundamental ante un paciente de esta edad”, concluye.