Investigadoras del Instituto de Investigación Sanitaria Incliva y del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe) de Valencia están llevando a cabo un trabajo de revisión sobre la alteración lipídica en tejido cerebral y sangre de modelos animales de ratón con Enfermedad de Alzheimer (EA). El objetivo es tratar de identificar biomarcadores lipídicos en muestras de sangre que podrían ser útiles en la detección precoz y mínimamente invasiva de esta patología.
La finalidad del trabajo es hacer una revisión sistémica de los estudios realizados desde 2012 hasta la actualidad sobre la alteración lipídica en tejido cerebral y sangre en ratones con Alzheimer. Para ello, se han centrado en los diferentes parámetros experimentales evaluados en estos estudios (tipo de muestra, sexo, modelo de ratón, edad, tratamiento de la muestra y técnica analítica utilizada), ya que los cambios en la composición lipídica que se habían observado hasta ahora tanto en el cerebro humano como en modelos de ratones transgénicos se asocian a trastornos neurodegenerativos.
La revisión acaba de publicarse en la revista ‘Progress in Lipid Research’. En ella han participado Ana Lloret, investigadora del Grupo de Investigación en Envejecimiento y ejercicio físico de Incliva, Ciberfes (Centro de Investigación Biomédica en Red de Fragilidad y Envejecimiento Saludable) del Instituto de Salud Carlos III y el Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universitat de València; y Consuelo Cháfer Pericás y Laura Ferré González, del Grupo de Investigación en Enfermedad de Alzheimer del IIS La Fe.
Análisis de las disparidades
En este trabajo de revisión se ha tenido en cuenta que durante las dos últimas décadas, se han desarrollado varios tipos de modelos de ratones transgénicos que recapitulan las anomalías neuropatológicas o conductuales del Alzheimer. En la actualidad existe una gran variabilidad entre los estudios que se han llevado a cabo en ratones para la determinación de diferentes tipos de lípidos. Según las investigadoras, esa disparidad puede deberse al modelo de ratón utilizado, a la edad y al sexo, pero, sobre todo, a algunas variables experimentales importantes en el pretratamiento y tratamiento de la muestra.
El Alzheimer es un tipo de demencia que, junto a otras enfermedades neurodegenerativas de este tipo, afecta a alrededor de 900.000 personas en España. Se estima que la situación empeore de cara al año 2050, donde los expertos prevén que el número de casos se triplique hasta alcanzar los 139 millones.
En la actualidad, el diagnóstico de la enfermedad se basa en técnicas invasivas y costosas (técnicas de neuroimagen o a través del líquido cefalorraquídeo). Sin embargo, con el paso de los años se ha ido concediendo cada vez más importancia a los biomarcadores, es decir, aquellas moléculas presentes en la sangre y otros tejidos que indican la existencia de Alzheimer.
Estos son cada vez más necesarios para la investigación en enfermedades neurodegenerativas, así como una pieza clave para el diagnóstico, el seguimiento de la enfermedad y para futuras terapias. Entre los diferentes biomarcadores, los lípidos podrían desempeñar un papel importante, ya que son el principal componente del cerebro y están implicados en la función y estructura de las membranas neuronales.