Investigadores del Ciberdem y del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (Iispv), liderados por Joan Josep Vendrell y Sonia Fernández-Veledo, acaban de publicar en la revista Cell Death & Disease un estudio en el que identifican por primera vez el papel de la survivina, una proteína clásicamente relacionada con la progresión del cáncer, en la expansión patológica del tejido adiposo.
Las células madre humanas derivadas del tejido adiposo (hASCs, del inglés adipose-derived mesenchymal stem cells), juegan un papel fisiológico importante en la renovación tisular, pero también son determinantes en el desarrollo patológico de la obesidad y cáncer asociados. Sin embargo, los mecanismos subyacentes a las alteraciones inducidas por estas hASCs en el cáncer siguen siendo desconocidos.
En este trabajo se ha investigado por primera vez el impacto de la obesidad en la expresión y los niveles circulantes de survivina, una proteína anti-apoptótica (que inhibe la muerte celular) y un biomarcador diagnóstico de la aparición de tumores y su recurrencia.
El estudio se ha realizado en una cohorte transversal de 111 sujetos clasificados por su índice de masa corporal, donde se ha detectado que los niveles circulantes de survivina y la expresión génica en el tejido adiposo subcutáneo son significativamente mayores en los pacientes obesos.
Dentro del tejido adiposo, se ha comprobado que esta proteína se expresa principalmente en las células progenitoras de los adipocitos, las hASCs. El análisis de la expresión de survivina en hASCs reveló una regulación compleja, incluyendo modificaciones epigenéticas y de estabilidad proteica.
Estudios previos de este grupo habían demostrado que la obesidad promueve el nicho de células precursoras de los adipocitos al aumentar la capacidad de proliferación de las hASCs. “Con este nuevo estudio revelamos además que las hASCs de los pacientes obesos son más resistentes a estímulos apoptóticos propios de la obesidad como la leptina y la hipoxia, y que esta protección frente a muerte celular viene determinada por los niveles elevados de survivina que presentan las hASCs de los obesos”, explica Fernández-Veledo.
De esta forma, la survivina se muestra como un nuevo elemento que puede jugar un papel clave en la comunicación entre el tejido adiposo y las células tumorales. Así, la survivina podría resultar una diana terapéutica efectiva en el tratamiento tanto de obesidad como del cáncer.