En 2024 se estima que se diagnostiquen alrededor de 29.000 casos de cáncer hematológico en España. La Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN ha hecho una previsión de los nuevos casos que se detectarán el año que viene en el área de oncohematología; este proyecto se enmarca dentro de HematoREDECAN, fruto del acuerdo marco que han firmado recientemente REDECAN y la Sociedad Española de Hematología (SEHH), coincidiendo con el Mes del Cáncer Hematológico.
Rafael Marcos Gragera, coordinador de HematoREDECAN ha explicado que, a pesar de que este estudio cubra 15 registros poblacionales de España -con lo que se cubre el 36 por ciento del territorio nacional- “estos datos permiten estimar las tasas de incidencia y se extrapolan a la totalidad de la población española”. A este respecto ha puntualizado que aunque no sean valores reales de todo el país “tienen una coincidencia muy alta con lo que luego se registra, manteniendo un pequeño margen de error”.
Con los datos recogidos, Marcos Gragera ha expuesto que “juntando la estimación de nuevos casos de tumores hematológicos, se posicionarían como el quinto tipo de cáncer más frecuente en España”. Desde un prisma menos negativo, el experto ha puesto de relieve varios datos que reflejan que, a pesar de estos nuevos diagnósticos, el pronóstico va mejorando cada año gracias a los avances en innovación.
Mieloma Múltiple
María Victoria Mateos, presidenta de la SEHH y hematóloga experta en mieloma múltiple en el Hospital Universitario de Salamanca, ha puesto en valor la importancia de HematoREDECAN y, respecto a la neoplasia en la que está especialidad ha detallado que “se estima que haya seis nuevos casos por cada 100.000 habitantes el año que viene; la incidencia suele estar en estas cifras y aunque a nivel global es un poco más baja, no llama la atención”.
“La supervivencia en mieloma múltiple está en torno al 40 por ciento a cinco años; es un dato correcto, también asumiendo que los datos corresponden al periodo de tiempo comprendido entre 2002 y 20216, teniendo en cuenta la distribución geográfica de los datos… para obtener una perspectiva más actual, hay que integrar los beneficios derivados de los nuevos avances”, ha desarrollado Mateos.
En esta línea ha agregado que “una vez se vayan incorporando más datos de pacientes a los que lleva la innovación, las cifras mejorarán”. Aquí se ha referido a terapias concretas como los anticuerpos monoclonales anti CD38, que han reportado un aumento de la supervivencia, y otros tratamientos menos tóxicos que son mejor tolerados en pacientes de edad avanzada.
En cuanto a los posibles puntos de mejora, ha hecho alusión a la necesidad de “actualizar estos estudios con más años de seguimiento e incorporar datos de más hospitales para que el registro esté más nutrido y veamos una perspectiva más global”.
Linfomas
El linfoma como ha recordado Alejandro Martín García-Sancho, secretario del Grupo Español de Linfomas y Trasplante Autólogo de Medula Ósea (GELTAMO), de la SEHH y hematólogo experto en linfomas del Hospital Universitario de Salamanca, es uno de los cánceres más frecuentes. “Llama la atención que la incidencia aumenta con el paso de los años, lo que puede deberse al progresivo envejecimiento de la población, derivado también del aumento de la esperanza de vida”, ha precisado.
Existen varios tipos de linfomas, siendo los Linfomas de Hodgkin los que tienen un mejor pronóstico actualmente; aunque en los no Hodgkin no todos los pacientes tienen alternativas de curación, de las cifras se desprende que, como subraya Martín García-Sancho, “dos tercios de los pacientes siguen vicos a cinco años en el periodo estudiado y, si vemos datos más recientes, serían todavía mejores”.
Respecto a las alternativas de tratamiento, el especialista ha apuntado que en la actualidad se está viendo que “el trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos está quedando relegado en algunos casos por terapias como los anticuerpos monoclonales o pequeñas moléculas con efecto diana, que vemos como van cada vez más dirigidos a la célula tumoral”. Estos nuevos avances, ha resumido Martín García-Sancho, se traducen en “mejores resultados, mejor balance de toxicidad y eficacia y en una mejor calidad de vida”.
El experto ha concretado que el linfoma difuso de células grandes es el más frecuente aunque cuenta con oportunidades de curación, gracias a avances como las CAR-T, los anticuerpos conjugados o los biespecíficos que están llegando. Yendo a los linfomas indolentes, ha resaltado que el más frecuente es el folicular y que, gracias a los fármacos disponibles en este momento y los que están por llegar, se espera poder controlarlos en un corto periodo de tiempo.
Todos estos avances, ha señalado, “han sido posibles gracias al conocimiento de la biología de los linfomas, y a técnicas como la NGS que están ayudando a definir nuevas dianas de tratamiento”. Además, a futuro, ha considerado que quizá se puedan llevar a cabo estas técnicas “en sangre periférica, a través del ADN circulante tumoral, lo que sería beneficioso tanto para el médico como para el paciente.
Leucemias
Al hablar de leucemias, se estima que haya alrededor de 8.600 nuevos casos el año que viene. Josefina Serrano, hematóloga experta en leucemia mieloide aguda del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba ha recordado también que existen leucemias agudas y otras crónicas, siendo estas “más frecuentes, pero con un curso más indolente o benigno”.
Sobre estas enfermedades, ha lamentad que sólo exista un registro pediátrico. “No somos pediatras, pero en muchos hospitales, los diagnósticos y registros de leucemias pediátricas las llevamos los hematólogos, más teniendo en cuenta que la leucemia linfoblástica y los linfomas tienen una incidencia relevante en pediatría”.
Por otra parte, abordando las leucemias en adultos ha destacado que “ha aumentado la incidencia por la edad media de la población, pero también la supervivencia”. Aun así, ha destacado que la leucemia es una de las neoplasias “con una supervivencia estimada de las más bajas, siendo uno de los cánceres más agresivos”. Siguiendo este hilo, aportando una nota positiva, ha añadido que “la buena noticia es que en niños, las leucemias linfoides se curan en más del 90 por ciento de los casos, gracias al refinamiento de los tratamientos de quimioterapia y otros avances”.
Serrano ha aludido a la revolución en diagnóstico que se ha producido en estas patologías, resaltando que “los cánceres hematológicos son los mejor tipificados, lo que ha supuesto que sepamos más de ellos, sus puntos débiles y cómo atacarlos”. “Además, estamos llevando a la práctica clínica la implantación de estas técnicas de nueva generación, para conocer mejor la leucemia de cada paciente y personalizar el tratamiento”, ha concluido. En esta misma línea, al igual que sucede con otras neoplasias hematológicas, ha mostrado su satisfacción por la llegada de nuevos fármacos que han llegado a cambiar el paradigma que había en los últimos 50 años. “Sobre todo, en leucemias agudas no había nada; ahora hay fármacos dirigidos a esos perfiles genéticos, también menos tóxicos, por lo que se pueden administrar a personas más mayores”. La consecuencia de esto es clara: “la supervivencia de las leucemias se aproxima al 40-50 por ciento cuando era del 30”, ha aseverado la hematóloga.