España “está muy por detrás de los países de su entorno en lo que respecta al acceso a los medicamentos innovadores, lo que supone una anomalía”. Así lo afirma Ramón García Sanz, presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), quien también argumenta que el precio de los tratamientos suele ser el principal motivo por los que nuestro país frena la mitad de los nuevos medicamentos aprobados por Europa.
Por ello, el acceso a los fármacos es, según los expertos, uno de los principales retos a los que se enfrenta la hematología española, junto con la integración de la medicina de precisión.
“El tiempo para las terapias que sí llegan a los hospitales ya supera los 18 meses”
Ramón García Sanz, presidente de la SEHH
En esta misma línea, García señala que es importante mantener la actividad de los últimos años en cuanto a la terapia CAR-T.
“Centrar las indicaciones actuales y prepararse para las que están por llegar en linfoma del manto, leucemia linfocítica crónica y mieloma múltiple; aumentar la disponibilidad de estos tratamientos; y reducir su precio en favor de la sostenibilidad del sistema sanitario”, enumera.
Los presidentes del Comité Organizador, Felipe Prósper Cardoso y Ramón Lecumberri Villamediana, del Servicio de Hematología y Hemoterapia de la Clínica Universidad de Navarra, resaltan en este sentido los más de 40 ensayos clínicos abiertos y que se caracteriza por la “fuerte apuesta que hace por la investigación traslacional”.
“Hemos sido los primeros en contar con un área específica de terapia celular (en marcha desde 2003) y en acreditar el primer laboratorio de producción de terapias avanzadas, donde es particularmente reseñable el desarrollo de terapias CAR-T académicas”, añaden. También “somos referentes en el abordaje de problemas hemorrágicos y trombóticos”.
Por otro lado, los expertos destacan la actualización de los ensayos clínicos con terapia génica frente a la hemofilia. “Aunque estas investigaciones se encuentran en fases muy avanzadas, las autoridades sanitarias de Estados Unidos y de Europa han pedido dos años más de seguimiento de los pacientes en fase III”, apunta Jiménez Yuste.
“Ya se ha visto que esta terapia avanzada produce una respuesta estable en los pacientes, pero hay algunas incógnitas acerca de su duración”, explica el experto.
“A finales de 2022 -añade Jiménez- o principios de 2023 podremos disponer ya de alguna de estos tratamientos innovadores”.
Falta de dinero, falta de investigación
Asimismo, otro área que no queda indiferente frente a la falta de apoyo económico es la investigación y lo que esta conlleva. En palabras de Francesc Bosch Albareda, presidente del Comité Científico SEHH y jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona), “tenemos muchísimo talento, pero el soporte económico no es tan bueno. Incluso viene disminuyendo desde hace unos años en el caso concreto del cáncer”.
“No sólo afecta a la investigación básica, sino que se extiende también a los ensayos clínicos que se están realizando en los hospitales y que son muy numerosos en el campo de la hematología”
Francesc Bosch Albareda, presidente del Comité Científico SEHH
Una situación que se ha visto todavía más expuesta a raíz de la pandemia y con la que, según el presidente del Comité Científico SEHH, ha puesto de manifiesto que la investigación no debe ser una opción, sino una necesidad básica.
En opinión de Bosch, en este momento, la investigación “no sólo depende de la capacidad del investigador, sino también de la posibilidad de acceder a muchas tecnologías, todas ellas de alto coste, sin las cuales es imposible ser competitivo”.
Retos como este se abordarán durante los próximos tres días, del 14 al 16 de octubre, en el LXIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y XXXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia, que se celebra en Pamplona.
Trombosis, en boca de la COVID-19

Aunque la enfermedad ya existía en un periodo previo a la COVID-19, el propio virus ha supuesto un incremento de los casos de trombosis. Sin embargo, ha sido el confinamiento quien ha hecho que salten las alarmas entre los profesionales.
En la población general, “el sedentarismo obligado ha incrementado los casos de trombosis, mientras que los confinamientos y el miedo a acudir a los hospitales han retrasado el diagnóstico de dichos casos”, señala Joan Carles Reverter, presidente de la SETH y jefe del Servicio de Hemoterapia y Hemostasia del Hospital Clínic de Barcelona. Del mismo modo, los pacientes con coagulopatías congénitas “han podido vivir dificultades para acceder a la atención sanitaria habitual”.
Ante esta situación, la SETH pide a la Administración sanitaria la reducción o eliminación de las restricciones en la prescripción de fármacos seguros y útiles, como los anticoagulantes orales directos; una mayor agilidad en los trámites administrativos de las nuevas terapias; facilidades para la realización de ensayos clínicos no comerciales; y más inversión en ciencia y desarrollo. “Con todo ello, mejoraría el abordaje del paciente con trombosis”, destaca Reverter.
“El sedentarismo obligado ha incrementado los casos de trombosis, mientras que los confinamientos y el miedo a acudir a los hospitales han retrasado el diagnóstico de dichos casos”
Joan Carles Reverter, presidente de la SETH
Con motivo del Día Mundial de la Trombosis, que se conmemora cada 13 de octubre, Reverter quiere trasladar a la población varios mensajes importantes relacionados con este “importante problema de salud”, que es responsable de un gran número de muertes y de morbilidades.
“Hay que saber que se puede prevenir y que existen tratamientos adecuados y eficaces”, señala. “Es necesario adaptar nuestro estilo de vida para protegernos y es imprescindible el diagnóstico precoz para minimizar los daños. Sin miedo, pero vigilantes, hay conocer las conductas de riesgo y los síntomas precoces”.