CARMEN M. LÓPEZ Madrid | viernes, 29 de junio de 2018 h |

Tradicionalmente y de manera errónea los falsos mitos han conllevado a que se asocie el tratamiento con insulina con algo negativo. En este sentido, Javier Salvador, director del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra, explica las dificultades que plantea este tratamiento en el manejo de estos pacientes. Eso sí, despejando mitos…

Pregunta. ¿Qué dificultades plantea la insulina en la actualidad?

Respuesta. Siempre que planteamos a algún paciente el inicio del tratamiento con insulina, lo primero que les echa para atrás es el hecho de tener que inyectarla. Hay muchos mitos alrededor de la insulina, como consecuencia de que algunos médicos intentaban asustar a los pacientes con este tratamiento. Amenazas del tipo: “como no haga las cosas bien, le tendremos que inyectar insulina… ”Como si fuera algo malo. No es así. Es algo que por el curso natural de la evolución de la enfermedad que es crónica y progresiva, va a ocurrir en un porcentaje de pacientes alto. A partir ya de los diez años de evolución de la diabetes el porcentaje de pacientes que tienen que acabar recurriendo a la insulina va creciendo. Con todo, si los pacientes se hacen eco este argumento previo, no querrán iniciar el tratamiento con insulina, porque pensarán que les va a ocurrir algo malo. Por otra parte, con los tratamientos antiguos, cuando un paciente utiliza insulina pueden aparecer hipoglucemias. Estos son las dificultades que plantea.

P. ¿Por qué es importante controlar los episodios de hipoglucemia?

R. Son síntomas que tienen una fase inicial: temblor, palpitaciones, sensación de hambre, sudoración… Si esto progresa puede alterar el nivel de conciencia y en el peor de los casos llegar a tener un coma hipoglucémico. Además, estos episodios, en muchos estudios se han relacionado con la aparición de eventos cardiovasculares, y cuando el organismo tiene una bajada de azúcar reacciona para defenderse liberando una serie de hormonas que hacen además que se liberen sustancias proinflamatorias de estrés para el organismo que si se repiten el paciente puede entrar en una situación de mayor riesgo cardiovascular. Además, si ya ha tenido antes un evento cardiovascular, las hipoglucemias son un factor de riesgo de arritmias. Hay que intentar evitarlas como sea. En este sentido, cuando uno tiene que recurrir a las insulinas, uno sabe que el riesgo aumenta con respecto a los fármacos orales, pero, afortunadamente, como estamos viendo no todas las insulinas son iguales y algunas tienen un riesgo menor de hipoglucemias que otras.

P. ¿Qué papel juegan los sistemas de monitorización continua?

R. Cuando estamos con un paciente que entra en riesgo de hipoglucemia, es muy importante el tener la mayor información posible de esos niveles de glucosa para que si detectamos cualquier tendencia a la baja podamos actuar. Hasta ahora, lo que estábamos teniendo eran las mediciones de glucosa en el dedo, y aunque el paciente se haga muchas con eso no cubrimos la monitorización continua las 24 horas, pero desde hace tiempo, los sistemas de monitorización nos permiten su utilización y tener una visión constante de los niveles de glucosa, y detectar hipoglucemias que antes no sabíamos que existían, sobre todo, nocturnas. Esto nos permite hacer modificaciones en el tratamiento para evitar que se sigan produciendo. Estos sistemas nos permitirá afinar mejor en los tratamientos.

P. Precisamente, según el estudio Bright, glargina U-300 ha conseguido reducir los eventos de hipoglucemia por la noche…

R. El periodo nocturno es el periodo de tiempo en el que el paciente tiene más miedo a que se produzcan estos episodios, porque al estar dormido uno no está pendiente de posibles síntomas que avisen del evento. A veces, esto hace que los pacientes tomen actitudes defensivas para evitar que se pueda producir, y mantienen cifras altas voluntariamente. Por tanto, aunque no tenga hipoglucemia no están bien controlados, llegando a tener hiperglucemia.

P. ¿Todos los pacientes funcionan igual con el mismo tipo de insulina?

R. Hasta el momento, no se ha conseguido identificar ningún perfil de paciente concreto para una insulina u otra, quitando quizás situaciones de pacientes que están en tratamiento con corticoides, que sabemos que van a suponer una elevación de los niveles de glucosa, sobre todo, si el paciente ya previamente tiene un diagnóstico de diabetes. Asimismo, mujeres embarazadas con tratamiento con insulina. Sin embargo, fuera de esto, en un paciente estándar no hay un perfil de paciente concreto. Realmente, todos ellos serían subsidiarios de la mejor insulina basal que le podamos poder, y de la mejor insulina rápida que le podamos poner.