Neurólogos procedentes de todo el país se reunieron con motivo del II Foro Nacional Merck de Esclerosis Múltiple (EM) los días 26 y 27 de enero en Madrid. Durante el transcurso del encuentro se pusieron sobre la mesa cuestiones como los nuevos mecanismos de acción en el tratamiento de la EM o cómo ha evolucionado el algoritmo de tratamiento en los últimos años.
Si bien durante la última década ha mejorado considerablemente el arsenal terapéutico en esta área, continúan existiendo retos importantes para mejorar la calidad de vida de quienes conviven con la EM. Actualmente, las dos grandes aspiraciones son detener la progresión de la patología y lograr revertir sus efectos en aquellos pacientes en los que ya se ha producido una discapacidad.
Óscar Fernández, investigador senior del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA) y moderador del encuentro, se muestra confiado respecto a las nuevas opciones de tratamiento que llegarán este año y que “plantean un futuro esperanzador, ya que conllevan una mayor eficacia y la extensión de la misma a largo plazo, por lo que supondrán un avance muy importante que dará lugar a la aparición de nuevas estrategias terapéuticas dirigidas a detener la enfermedad tan pronto como se diagnostique”.
En esta línea, Isabel Sánchez Magro, directora del departamento Médico de Merck, subraya la importancia de “dar respuesta a las necesidades no cubiertas de pacientes y clínicos a través de terapias seguras y eficaces que planteen nuevos mecanismos de acción y contribuyan a normalizar la vida de quienes tienen EM, reduciendo la carga de monitorización”.
No obstante, las novedades en el manejo de la EM no sólo se producirán en el ámbito terapéutico. Las nuevas líneas de investigación apuntan al desarrollo de biomarcadores diagnósticos y pronósticos que permitan abordar la enfermedad bajo un enfoque más personalizado y actuar con mayor confianza, reduciendo el riesgo de error en el manejo de cada paciente. “Se podrá seleccionar el tratamiento más adecuado para el paciente, aquel en el que exista la mejor indicación. Todo ello contribuirá a mantener el más adecuado equilibrio entre el beneficio y el riesgo de las distintas opciones terapéuticas”, asegura el doctor Fernández.
Humanizar la atención al paciente, clave para que acepte la enfermedad
Promover la humanización de la atención al paciente fue uno de los focos de este encuentro. Convertir al paciente en un aliado en la toma de decisiones y construir una adecuada relación médico-paciente a través de la comunicación entre ambos es esencial para que quien tiene que convivir con la EM acepte el diagnóstico y afronte adecuadamente la enfermedad, algo que redundará en aspectos como la adherencia al tratamiento y, en definitiva, su resultado.
En este sentido, el doctor Fernández apuesta por “una mayor formación a los neurólogos en los aspectos teórico-prácticos de la relación médico-paciente, que muchas veces está alterada por circunstancias propias, pero en otros casos se ve afectada por cuestiones como la falta de tiempo o la informatización”.
Por su parte, Isabel Sánchez Magro señala la importancia de formar al paciente, ya que “cuanta más información de calidad reciba, mayor será su capacidad para tomar decisiones de manera consensuada con el especialista y, en definitiva, adoptará un rol más activo en el manejo de su propia patología”.