El reciente fallecimiento de una niña en México como consecuencia de complicaciones respiratorias derivadas de la gripe aviar H5N1 ha reavivado la preocupación respecto a este virus. Aunque los detalles aún son escasos, el caso ha generado cierta inquietud al ser el primero fuera de Estados Unidos, donde ya había fallecido otra persona, que había estado expuesta a aves infectadas.
En este contexto, Luis Buzón, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y especialista en enfermedades infecciosas, subraya, en declaraciones a Gaceta Médica, «prudencia ante la falta de información concluyente».
El experto recalca que «actualmente y con la información que hay no se puede saber si este caso puede considerarse un caso aislado de H5N1 en humanos o si sugiere un patrón de transmisión diferente». «Simplemente podemos decir, hasta donde sabemos, que es un nuevo caso de H5N1 en humanos», remarca Buzón que asegura que todavía hay muchas preguntas por contestar en relación con este caso.
Contexto epidemiológico de H5N1
El experto destaca que el contexto epidemiológico es clave para comprender lo ocurrido: «Lo primero es conocer si la niña ha tenido exposición a aves salvajes o aves de corral enfermas».
En el caso del fallecido de Estados Unidos en Luisiana se sabe que tenía una exposición directa con aves enfermas en su parcela, mientras que la niña fallecida en Columbia Británica (Canadá) no tenía ningún tipo de exposición conocida a animales enfermos. «En el caso de México, aún no se ha confirmado ningún contacto directo con animales infectados», puntualiza Buzón.
Otro aspecto fundamental será la caracterización genética del virus, ya que hay que conocer el clado y el genotipo al que pertenece. «Entendemos que probablemente será el clado 2.3.4.4b, pero hay que confirmarlo y ver si está en relación con el virus circulante en el entorno de la paciente», explica el experto de SEIMC.
El virus H5N1 ha estado bajo vigilancia constante desde su primera detección en humanos en 1996 en China. Aunque los contagios humanos han sido esporádicos, el virus ha mostrado una expansión geográfica notable en los últimos años, afectando tanto a aves como a mamíferos. Muchos de estos casos están vinculados a la exposición directa a animales infectados, aunque en ocasiones la fuente no ha podido ser determinada.
«Son frecuentes los saltos del virus desde animales a humanos, lo que llamamos spillover«, menciona Buzón, que añade que «se han producido más de 60 casos en Estados Unidos relacionados con aves o con ganado bovino, y algunos sin fuente clara, como el de British Columbia». En América del Sur, también se han registrado casos aislados en Perú y Chile en años recientes.
La principal preocupación radica en el riesgo de que el virus logre adaptarse para transmitirse de forma sostenida entre humanos. Según el especialista, «cada vez que se producen casos en humanos por H5N1 es preocupante, porque cuanto más contacto hay, más posibilidades tiene el virus de adaptarse al ser humano y provocar una transmisión estable». No obstante, a día de hoy, eso no ha ocurrido, remarca.
A pesar de la triste situación de este último caso mexicano, Buzón insiste en que no debe cambiarse la perspectiva global ante la gripe aviar, sino reforzar las estrategias actuales: «La respuesta debe seguir siendo una intensísima vigilancia epidemiológica en el ámbito veterinario, aves de corral y ganado bovino, así como en la fauna salvaje». «Es clave trabajar bajo el paradigma One Health, que integra la salud humana, animal y ambiental», subraya el experto.
Vigilancia intensa
La Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y Europa, mantiene una vigilancia intensiva sobre la gripe aviar. Desde hace décadas, se reconoce que los virus gripales, más allá de la gripe estacional, pueden representar una amenaza global debido a su capacidad de mutación y la posibilidad de provocar pandemias.
«La gripe se considera desde hace muchas décadas como una amenaza global, una fuente de preocupación máxima y de vigilancia intensiva», destaca Buzón, que aclara que «eso no es de ahora, hace décadas que la gripe es uno de los problemas fundamentales». El principal problema no es solo la gripe estacional, sino las pandemias de gripe, que son un fenómeno inevitable en cierto modo, «inherente a la biología del virus”, concluye el experto.
Mientras se esclarecen las circunstancias del caso en México, la comunidad científica mantiene la atención puesta en los resultados de las investigaciones epidemiológicas y genéticas, que serán claves para entender si se trata de un episodio aislado o de una señal de alerta que exige nuevas medidas de control.