Los proyectos científicos desarrollados por el Grupo Geicam de Investigación en Cáncer de Mama revelan sus prioridades de investigación actuales hacia las que dirigir los esfuerzos futuros, según consta en su Memoria de Actividades del año pasado. “En 2022 concedimos una especial importancia a la puesta en marcha de proyectos centrados en las líneas de investigación prioritarias identificadas en nuestro Plan Estratégico; para ello está siendo fundamental la labor del Comité Científico que, además, está contribuyendo de forma firme a la identificación de áreas emergentes de la ciencia traslacional del cáncer de mama y la investigación clínica, que nos permitirán ampliar nuestras actuales prioridades de investigación”, explica Miguel Martín, presidente de Geicam.

El Grupo, tradicionalmente formado por médicos expertos en la epidemiología, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de mama, así como en investigación, optó en 2015 por la creación de un Comité Científico con mayor multidisciplinariedad que incorporara biólogos, bioinformáticos e inmunólogos de referencia en España. De esta forma, sus líneas estratégicas reflejan las necesidades reales de los pacientes, detectadas en las consultas de los especialistas.

Entre ellas, se encuentra, por un lado, la enfermedad HER2 positiva, centrándose en los mecanismos de resistencia a la terapia antiHER2, identificando nuevos biomarcadores de respuesta y resistencia a los tratamientos disponibles e identificación de nuevas dianas terapéuticas. Otro bloque de investigación es en la enfermedad luminal, con el estudio de nuevas indicaciones de los inhibidores de CDK4/6 y biomarcadores de respuesta y resistencia a los mismos, así como la identificación de nuevas dianas terapéuticas.

El cáncer de mama triple negativo, el de peor pronóstico y más falto de opciones terapéuticas, constituye otra de las líneas estratégicas de investigación, centrada en profundizar en el papel de la inmunoterapia, con el establecimiento de modelos preclínicos, definiendo los repertorios inmunológicos (de especial relevancia los linfocitos infiltrantes de tumor, TILs) y relacionándolos con la eficacia de terapia inmunológica. El cuarto gran bloque, el transversal, se concreta en el desarrollo metodológico (empleando tecnologías de alto rendimiento) en la evaluación de biomarcadores.


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