La Asociación Española de Investigación en Cáncer (Aseica) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) han lanzado un decálogo de medidas para impulsar el emprendimiento en Oncología. Con motivo del Día de la Investigación que se celebra el 21 de abril, ambas sociedades científicas se unen por sexto año para abordar algunos de los retos pendientes en esta área.

Una de las conclusiones en la que coinciden los expertos es que, a pesar del gran potencial que tiene España en materia de investigación, todavía hay retos pendientes hasta conseguir que esta llegue a los pacientes. Por ello, especialistas de Aseica y SEOM han elaborado una serie de recomendaciones que consideran que puede ayudar a mejorar este aspecto.

DECÁLOGO  PARA UN MEJOR EMPRENDIMIENTO EN ONCOLOGÍA

1. Aumentar la financiación en I+D+I hasta los valores medios en Europa, haciendo compatible la investigación con la innovación y transferencia de conocimiento.

2. Potenciar convocatorias específicas y regulares para financiar actividades de transferencia e innovación. Recuperar pruebas de concepto y otros proyectos semilla que faciliten la constitución de empresas de base tecnológica (startups o spin-offs).

3. Definir un marco regulatorio que promueva la innovación en el sector oncológico, facilitando la generación y licencia de patentes, así como la realización de ensayos clínicos académicos.

4. Dotar a las oficinas de transferencia de tecnología (OTRIs) en instituciones académicas y clínicas con mayores medios y personal para dinamizar acciones de emprendimiento.

5. Fomentar la formación y capacitación del personal investigador en áreas del emprendimiento y la gestión empresarial.

6. Proteger el tiempo de investigación en centros hospitalarios, compatibilizándolo con la actividad asistencial.

7. Aumentar el peso de la innovación en procesos de evaluación del personal investigador tanto en ambientes básicos como clínicos.

8. Fomentar la colaboración público-privada en el desarrollo de nuevos tratamientos oncológicos, promoviendo la creación de consorcios y alianzas estratégicas entre empresas, centros de investigación e institutos sanitarios.

9. Incentivar y fomentar la inversión en empresas y proyectos innovadores en el campo de la oncología.

10. Concienciar a las administraciones y a los organismos financiadores sobre la importancia de la cultura del emprendimiento e innovación en beneficio de una medicina personalizada y más equitativa.

Mejora de la competitividad

En palabras de Marisol Soengas, presidenta de Aseica, con estas medidas “se ha tratado de ver qué se puede hacer para pasar a la acción, desgranándolo en diez propuestas”. Entre ellas, se pone el foco en la necesidad de aumentar la financiación y mejorar la transferencia tanto de conocimiento como tecnológica, así como la necesidad de formar a los profesionales para que sean capaces de emprender en Oncología con unas nociones previas.

Por su parte, Enriqueta Felip, presidenta de SEOM, apunta que “la investigación que hacemos hoy será el tratamiento de mañana y tenemos que intentar que este proceso sea los más rápido posible”.  Por ello, varias recomendaciones del decálogo inciden en la necesidad de incentivar al personal investigador y hacer que el mensaje sobre la importancia del emprendimiento en Oncología cale en la Administración para que lo respalde.

Con estas fórmulas, las expertas consideran que España mejoraría su posición competitiva en términos de investigación ya que, aunque actualmente se encuentra entre los diez países mejor posicionados en este campo, todavía se podría sacar más rendimiento al potencial en I+D+i, materializándolo en nuevas soluciones para los pacientes.

Investigación de calidad

Luis Paz-Ares, oncólogo y anterior presidente de Aseica, señala la importancia de impulsar este ámbito teniendo en cuenta que “existe una investigación oncológica con mucha tradición en nuestro país, una investigación de excelencia y de mucha calidad”. Por ello, aprovechando este potencial coincide con Felip en la importancia de “hacer que los hallazgos en investigación se conviertan en productos para mejorar la vida de los pacientes”.

Javier de Castro, secretario de SEOM, indica que teniendo en cuenta el alto número de nuevos casos y fallecimientos que todavía deja el cáncer, urge más si cabe insistir en el mensaje de que “la investigación es vida”, poniendo en valor que los tratamientos innovadores “muchas veces son fruto de una investigación básica de décadas que ha podido tener la traslación hasta llegar a los pacientes y las consultas”.

Cultura de la investigación

Otra de las ideas a la que aludieron los participantes durante la presentación del decálogo fue la necesidad de poner en marcha medidas que incentiven la investigación. Primeramente, Felip consideró que “hay que proteger la investigación que se hace en los centros hospitalarios, dejando tiempo a los clínicos para que puedan centrarse en esta labor”. También llamó a que “se piense más en la innovación cuando se hacen evaluaciones del personal investigador”, impulsando así estas funciones.

Aquí, Paz Ares, abundó en la idea aportando que “hay que reconocer esa investigación en los centros sanitarios, porque hay que crear una cultura de la investigación que contribuya a solucionar los problemas de los pacientes”. También, apuntó, teniendo en cuenta que “un oncólogo no investiga solo, necesita a mucha gente a su alrededor; actualmente los hospitales no están pensados del todo para este personal que se dedica a la investigación”.

Otra pata del problema, señaló De Castro, es “la necesidad de formar a los nuevos médicos e incentivar esta función”. Además, añadió que “no se puede convertir la investigación en un hobbie”, sino que tiene que considerarse como “un mérito y que esto se tenga en cuenta en las diferentes convocatorias a las que puedan optar los profesionales”. Por último, instó a mejorar el ecosistema en este ámbito “cambiando aspectos legislativos que permitan, por ejemplo, la contratación de perfiles como los ingenieros informáticos o bioquímicos que hasta el momento no se contempla”.


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