Bristol Myers Squibb ha anunciado que la agencia estadounidense de evaluación de medicamentos (Food and Drug Administration – FDA) ha aprobado lisocabtagene maraleucel (Breyanzi), una terapia celular de células T con receptor de antígeno quimérico (CAR) dirigida a CD19 para el tratamiento de pacientes adultos con linfoma de células B grandes (LCBG), incluido el linfoma difuso de células B grandes (LDCBG) sin otra especificación (incluido el LDCBG que procede de linfoma indolente), el linfoma de células B de alto grado, el linfoma mediastínico primario de células B grandes y el linfoma folicular de grado 3B que tienen; una enfermedad refractaria a la quimioinmunoterapia de primera línea o que ha recaído en los 12 meses posteriores a la quimioinmunoterapia de primera línea; o a una enfermedad refractaria a la quimioinmunoterapia de primera línea o que ha recaído tras la quimioinmunoterapia de primera línea y no son candidatos para recibir trasplante de células madre hematopoyéticas (TCMH) debido a las comorbilidades o a la edad.

“Como parte de nuestro compromiso con el desarrollo de tratamientos innovadores contra el cáncer para pacientes con necesidades esenciales por cubrir, liso-cel supone una opción potencialmente curativa para más pacientes”, ha declarado Ester Banque, vicepresidenta y directora general de Hematología en EE.UU. en Bristol Myers Squibb.

Con estas dos nuevas indicaciones, liso-cel cuenta ya con el más amplio espectro de pacientes idóneos de entre las terapias celulares CAR‑T en LCBG en recaída o refractario, pero no está indicado para el tratamiento de pacientes con linfoma primario del sistema nervioso central.

Históricamente, la única posibilidad de curación para estos pacientes era el tratamiento de referencia actual que consiste en inmunoterapia de rescate intensiva en el ámbito hospitalario seguida de quimioinmunoterapia de alta dosis y TCMH en aquellos cuya enfermedad responda al tratamiento de rescate. Sin embargo, la mitad de los pacientes no son considerados candidatos para recibir un trasplante de células madre por su edad y/o comorbilidades, y se calcula que solo un 25 por ciento de los que son candidatos puede recibir un trasplante de células madre y obtener un beneficio clínico a largo plazo. Para los pacientes que no son considerados candidatos para trasplante de células madre, las opciones de tratamiento son limitadas. Si no se tratan, los pacientes con LCBG en recaída o refractario tienen una esperanza de vida de solo tres a cuatro meses.

Liso-cel no está indicado para el tratamiento de pacientes con linfoma primario del sistema nervioso central

“Liso-cel representa un avance destacable con respecto al tratamiento que ha sido referencia durante casi 30 años, proporcionando una eficacia significativamente mejorada, con un perfil de seguridad bien establecido”, ha señalado Manali Kamdar, investigadora principal del estudio TRANSFORM y profesora asociada y directora clínica del Servicio de Linfoma en la División de Hematología, Neoplasias Hematológicas y Trasplante de Células Madre del Centro Oncológico de la Universidad de Colorado.

“Este importante hito -ha añadido Kamdar- refuerza el beneficio de ofrecer a los pacientes de manera más temprana en su recorrido de tratamiento una opción de tratamiento con células CAR‑T y es esencial que comencemos a trabajar para implementar esta terapia en la práctica estándar como tratamiento de segunda línea para ayudar a mejorar los resultados de más pacientes”.

Estudio TRANSFORM

Liso-cel, una terapia celular CAR‑T diferenciada, se compone de los propios linfocitos T del paciente, que se extraen y modifican genéticamente para convertirse en células CAR‑T que a continuación se le administran mediante perfusión como tratamiento de una sola vez. Se puede administrar en el ámbito hospitalario o ambulatorio en un centro de tratamiento certificado.

La terapia ha demostrado mejoras clínicamente relevantes y estadísticamente significativas en la supervivencia libre de eventos (SLE), las respuestas completas (RC) y la supervivencia libre de progresión (SLP), en comparación con el tratamiento de referencia en pacientes con LCBG refractario primario o que sufren una recaída en los 12 meses posteriores al tratamiento de primera línea.

“Es esencial que comencemos a trabajar para implementar esta terapia en la práctica estándar como tratamiento de segunda línea para ayudar a mejorar los resultados de más pacientes”

Manali Kamdar, investigadora principal del estudio TRANSFORM

La aprobación de las indicaciones ampliadas de liso-cel se basa en resultados del estudio pivotal fase 3 TRANSFORM. Los resultados mostraron que liso-cel superó en más de cuatro veces la mediana de SLE del tratamiento de referencia (10,1 meses frente a 2,3 meses). La mayoría de los pacientes alcanzó una RC con liso-cel en comparación con menos de la mitad que la alcanzaron con el tratamiento de referencia, con una mediana de duración de la RC no alcanzada en el grupo de liso-cel.

Los resultados también mostraron que liso-cel consiguió una SLP mayor del doble de la conseguida con el tratamiento de referencia. En el estudio, casi todos los pacientes (97 por ciento) del grupo de liso-cel recibieron tratamiento frente a menos de la mitad (47%) de los pacientes que completaron la quimioterapia de alta dosis y el TCMH autólogo en el grupo del tratamiento de referencia.

Una mejora en la SLA representa un incremento en el tiempo que los pacientes continúan con vida y sin progresión de la enfermedad ni necesidad de tratamiento adicional

Estudio PLOT

En cuanto a la eficacia de liso-cel en el ámbito de la segunda línea, también se basó en datos del estudio PILOT de fase 2, en el que 61 adultos con LCBG refractario primario o en recaída que no eran considerados candidatos para trasplante de células madre fueron tratados con liso-cel.

El estudio PILOT incluyó a una amplia población de pacientes en función de la edad, estado general y/o función orgánica y comorbilidades, e independientemente del tiempo hasta la recaída después del tratamiento de primera línea.

Liso-cel mostró respuestas profundas y duraderas, con una tasa de respuesta global del 80 por ciento, el criterio de valoración principal del estudio, y una tasa de RC del 54 por ciento, con una mediana de tiempo hasta la RC de un mes. La mediana de duración de la respuesta fue de 11,2 meses, con una mediana de duración de la respuesta no alcanzada en aquellos pacientes que presentaron una RC.


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