El dato de la prevalencia de la disfagia es variable en los distintos estudios, la falta de claridad hace que sea complicado conocer la dimensión del problema. Así lo apuntó Alfonso Cruz-Jentoft, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal, durante su intervención en el Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Clínica y Metabolismo (SENPE) que se celebra del 30 de mayo al 1 de junio en Santiago.
“Aunque uno es consciente de que la disfagia es mala, hay complicaciones que son especialmente problemáticas y que están relacionadas, como la malnutrición y la deshidratación”. El geriatra señaló que existe un elevado infradiagnóstico, algo que “responde a varias razones: la falta de formación profesional, el escaso conocimiento público, la percepción de normalidad respecto al envejecimiento, que la investigación es limitada y fragmentaria, las herramientas existentes son escasas y heterogéneas y, finalmente, porque no hay expertos reputados o de referencia”.
Cruz-Jentoft dio a conocer la llamada de atención realizada el pasado diciembre por la Oficina del Comisionado de la Equidad de la AGP en su informe “Situación actual de la disfagia orofaríngea”. En este documento se pone de manifiesto la existencia de una serie de necesidades no cubiertas, identifica la necesidad de armonizar las guías clínicas y desvela la inequidad en los tratamientos según dónde se encuentre el paciente.
Ante esta situación, el Comisionado propone: aumentar el grado de concienciación social y armonizar las guías de práctica clínica para evitar el infradiagnóstico. Así, hace un llamamiento a cambiar las políticas sanitarias y a crear una ruta asistencial, con la codificación y la financiación adecuados, para que los afectados puedan recibir el tratamiento y la atención apropiados.
También está en marcha la publicación el grupo de trabajo “Situación de la disfagia orofaríngea en España. Del cribado al abordaje nutricional”, convocado por Fundamed por iniciativa de Nestlé Healthscience, y cuyos resultados se esperan para el verano.
Por otro lado, en la mesa se analizó el tratamiento compensatorio de la disfagia mediante dietas de textura modificada. Susana Mestre, logopeda y postgrado en intervención terapéutica en disfagia orofaríngea del Centro Hospitalar Universitario do Algarve – Hospital de Faro (Portugal), planteó que no se considera la deglución como una función compleja, como lo es. Apunta que cuanto mayor es la viscosidad, menor es el riesgo de aspiración pero mayor el residuo faríngeo. Un elemento a tener muy presente al elegir la dieta.
Por su parte María D. Ballesteros, Unidad de Endocrinología y Nutrición del Complejo Asistencial Universitario de León, explicó los resultados preliminares del Estudio ABADIA sobre nuevas evidencias en Alimentación Básica Adaptada.
