Acesulfamo K, aspartamo, advantamo, ciclamatos, neotamo, sacarina, sucralosa o Stevia. Estos son algunos de los edulcorantes sin azúcar (NSS) incluidos en una nueva guía de recomendaciones publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda no utilizarlos para controlar el peso corporal o reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles.

La recomendación se basa en los hallazgos de una revisión de la evidencia científica disponible que sugiere que el uso de NSS no confiere ningún beneficio a largo plazo en la reducción de la grasa corporal en adultos o niños. Los resultados de esta revisión también sugieren que puede haber posibles efectos no deseados por el uso a largo plazo de estos edulcorantes, como un mayor riesgo de diabetes tipo 2 o de enfermedades cardiovasculares.

Fernando Rodríguez Artalejo, profesor de Medicina Preventiva y Salud pública en la Universidad Autónoma de Madrid, Ciberesp e IMDEA-Food, asegura que esta recomendación de la OMS es “la consecuencia lógica de una revisión sistemática de la literatura científica, publicada en 2022, que mostró que los edulcorantes no ayudaban de forma clara a controlar el peso a largo plazo, pero sí podrían aumentar el riesgo de diabetes, enfermedad cardiovascular y de mortalidad”.

Exclusión en las recomendaciones

La recomendación de la OMS se aplica a todas las personas, excepto a aquellas con diabetes preexistente (ya que no se evaluaron) e incluye todos los edulcorantes no nutritivos, sintéticos y naturales o modificados que no están clasificados como azúcares y se encuentran en alimentos y bebidas manufacturados, o que se venden solos para agregarlos a alimentos y bebidas.

La directriz no se refiere a productos de cuidado e higiene personal que contienen NSS, como pasta de dientes, crema para la piel y medicamentos, ni a los azúcares bajos en calorías y polialcoholes.

“No generalizar”

Por otra parte, Rafael Urrialde de Andrés, profesor en la facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid y en la facultad de Farmacia de la Universidad San Pablo-CEU, y vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Nutrición (SEÑ), insiste en la importancia de “no generalizar con todos los edulcorantes”, ya que, si la OMS sospecha o tiene datos de cualquier efecto indeseable de uno o varios edulcorantes o aditivos, “tendría que indicar al Comité Mixto OMS y FAO que inmediatamente anule su aprobación”.

“El principio de precaución se debería aplicar inmediatamente si no se están generando dudas que el resto de las autoridades de Seguridad Alimentaria hasta este momento no tienen”, recalca Urrialde.

artificial sweetener container on table .

El también miembro de la SEÑ asegura que tanto al OMS como la sociedad en su conjunto deben tener confianza en el proceso de aprobación o revoque de productos como los edulcorantes,a  cargo de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (Efsa). “Es un sistema totalmente eficaz y garante, a través de la independencia científicas, la seguridad alimentaria y protección de salud de los consumidores implantado en la Unión Europea desde el año 2002”, afirma Urrialde.

En la actualidad, la Efsa, a través de la legislación de la Unión Europea, ha autorizado 19 edulcorantes, aunque algunos que tienen que incluir mensajes de advertencia, como los polialcoholes o el aspartamo.

En la Unión Europea los edulcorantes xilitol, maltitol, lactitol, eritritol y sucralosa tienen aprobadas propiedades saludables. “Provocan un menor aumento de la glucosa en sangre después de la ingestión en comparación con alimentos y bebidas que contengan azúcar”, señala Urrialde.

Más investigación

Rodríguez asegura que es necesario que se realicen más estudios que evalúen los efectos de reemplazar azúcares libres por edulcorantes. “Sin embargo, ya que es bien conocido que los azúcares libres no son sanos y que las nuevas evidencias sugieren que los edulcorantes no son buenos a largo plazo, la recomendación es reducir el consumo de ambos”, señala.

Urrialde, por su parte, también opina que, por los nuevos avances y conocimientos sobre microbiota intestinal, también se debería evaluar el efecto de los edulcorantes y aditivos y otras sustancias en general. “Pero no de forma aislada, sino presentes en la matriz alimentaria que los contengan, tanto de forma solitaria como combinada”, insiste el profesor de la Universidad Complutense de Madrid.

Para concluir, Urrialde señala que “hay que seguir investigando y aprobando edulcorantes de origen natural como la Neosperidina DC, presente en el albedo de las naranjas; la taumatina, que es la proteína presente en los frutos de una planta tropical; o los glicósidos de esteviol de la estevia”.

Ambas opiniones profesionales han sido verificadas y expuestas en Science Media Centre España, la plataforma independiente creada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt), y auspiciada por Ministerio de Ciencia e Innovación.

EDULCORANTES REVISADOS POR LA OMS
Acesulfamo K
Aspartamo
Advantamo
Ciclamatos
Neotamo
Sacarina
Sucralosa
Estevia y derivados

Al margen de esta lista, existen edulcorantes de origen natural presentes en el mercado por sus propiedades endulzantes, como, por ejemplo, la Neosperidina DC, la taumatina, o los glicósidos de esteviol de la estevia.


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