Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares (SEC) 2017

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J.V. Madrid | viernes, 27 de octubre de 2017 h |

Los pacientes que han sufrido un evento cardiovascular relacionado con la hipercolesterolemia y que han recibido tratamiento con evolocumab consiguen reducir los niveles de colesterol LDL de forma notable. Asimismo, según los últimos estudios, es menor la progresión de la enfermedad. Estas y otras constataciones se expusieron en un simposio que tuvo lugar el pasado 26 de octubre en el marco del Congreso de las Enfermedades Cardiovasculares SEC 2017, celebrado en Madrid la pasada semana, bajo el título “Evolocumab en la ruta del paciente tras un SCA” y que contó con la colaboración de la compañía farmacéutica Amgen.

Por este motivo, Gaceta Médica ha entrevistado a dos cardiólogos que participaron en el simposio, el Dr. Luis Rodríguez-Padial, Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Virgen de la Salud de Toledo y moderador de la sesión y el Dr. Juan Cosin Sales, Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Arnau de Vilanova de Valencia y ponente de la misma.

Según Rodríguez-Padial, la hipercolesterolemia es uno de los factores de riesgo más importantes. “El problema es que, con frecuencia, los pacientes que han tenido un evento, un problema cardiovascular, un ictus o un episodio de angina inestable, no están adecuadamente controlados aunque reciban medicación”. Según reconoce el cardiólogo, “hay un porcentaje grande de pacientes que no consiguen los objetivos terapéuticos que buscamos en ellos y que las guías nos recomiendan. Según los últimos estudios, la situación no solo no mejora si no que está estancada y en algunos casos empeora, a pesar de que estamos utilizando dosis altas de estatina”. Son diversos los factores que conducen al empeoramiento, los pacientes dejan de tomar el medicamento, o bajan la dosis, y según constata, “lo cierto es que más de la mitad de los enfermos tiene el colesterol LDL por encima de los valores deseados, más de 70mg/dL en los pacientes que ya han tenido un evento. Por lo tanto, hay mucho que hacer para mejorar estos datos”.

Para el cardiólogo Cosin Sales, el mensaje relacionado con hipercolesterolemia es que, “cualquier paciente que ha sufrido un infarto de miocardio se considera de muy alto riesgo. No es como en la prevención primaria, donde para empezar con un tratamiento de estatinas sí que depende del nivel de riesgo de padecer un evento cardiovascular”.

Ambos coinciden en la dificultad de conseguir un adecuado control de los parámetros lipídicos y mantenerlo en el tiempo. Cosin Sales indica que “hay estudios que demuestran que a los nueve meses de un infarto hay un 40% de pacientes que deja de tomar la estatina por voluntad propia”. “La Sociedad Europea de Cardiología, cuyas recomendaciones siguen los cardiólogos en España, establece que para los pacientes con riesgo cardiovascular, el colesterol LDL tiene que estar por debajo de 70mg/dL”, apunta el jefe de Cardiología del Hospital Arnau Vilanova. “El mensaje es que estos pacientes tienen que llevar una estatina de muy alta potencia para conseguir los objetivos, con dosis altas de rosuvastatina o atorvastatina”, añade.

Sin embargo, hay motivos para pensar en positivo gracias a la irrupción de nuevos fármacos inhibidores del PCSK9. Recientemente se han publicado estudios, como es el caso de “FOURIER de eventos cardiovasculares con evolocumab”, realizado por Amgen, que están mostrando una mayor reducción del riesgo cardiovascular a niveles más bajos de colesterol. Según el doctor Rodríguez-Padial, esta bajada de los niveles del colesterol LDL se debe a que este tipo de fármacos son “muy potentes inhibidores de la PCSK9, que consiguen reducciones del colesterol superiores al 60% y con ellos son fáciles de alcanzar los objetivos de colesterol por debajo de 70mg/dL. Incluso hay bastantes pacientes que se sitúan en cifras 30, 40 o 50mg/dL, unos niveles que no habíamos visto hasta el momento en un número tan importante de enfermos”, reconoce. “Consiguiendo esos objetivos de colesterol también se ha visto que se reduce de manera importante la incidencia de nuevos eventos cardiovasculares”, añade Rodríguez-Padial. Coincide, por su parte, el doctor Cosín Sales: “uno de los datos que nos han mostrado los últimos estudios es que cuanto más bajamos el colesterol LDL, mayor beneficio en cuanto a reducción de riesgo de nuevos infartos o ictus en nuestros pacientes. Con las estatinas no podíamos alcanzar estos niveles tan bajos de colesterol, y esto es un beneficio evidente para nuestros pacientes porque cuanto más bajamos el colesterol, menos riesgo de que nuestro paciente tenga un nuevo infarto”, recalca.

En cuanto a los pacientes, el doctor Cosin Sales indica que, “lo están recibiendo muy bien, y el fármaco se tolera bien, incluso mejor que las estatinas. Hay un subgrupo de pacientes con hipercolesterolemia que ha tenido un infarto y que no tolera la estatina. Para estos pacientes es una buena alternativa porque reducimos el nivel de colesterol a niveles que ellos jamás hubiesen pensado y con un beneficio claro para ellos. También para los pacientes con niveles muy altos de LDL y con los que con la estatina no llegas al objetivo de 70mg/dL. Para todos ellos es un gran avance”, apunta. “En el momento que ven el objetivo alcanzado están encantados”, concluye Rodríguez-Padial.


Indicado cuando no se consigue alcanzar el objetivo de C-LDL con estatinas o



están contraindicadas



Cuanto más se baja el colesterol LDL, se logra también que sea menor el riesgo cardiovascular