Uno de los desafíos sociales a los que se enfrentan las administraciones es el envejecimiento de la población, y con ello, establecer estrategias orientadas a la detección precoz de problemas de soledad no deseada, aislamiento social y mala salud mental. Esta es una de las principales conclusiones del proyecto Quality of Life and Aging in Spain, Sweden and Portugal (QASP), desarrollado por investigadoras del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).

Estas necesidades se enmarcan dentro de un contexto en el que cerca de un 12 por ciento de las personas mayores declara tener niveles altos de soledad y/o aislamiento social. Unas cifras que, según el estudio, son más elevadas en España. El proyecto QASP, liderado y financiado por el ISCIII, tiene como objetivo investigar el envejecimiento activo y saludable, así como la calidad de vida de las personas mayores. Para ello, ha tomado como referencia tres países europeos: España, Portugal y Suecia.

Entre las prioridades necesarias están la formación de profesionales socio-sanitarios, cuidadores y personas mayores; la dotación de recursos suficientes y adecuados que permitan su implantación, y una coordinación entre todos los agentes implicados que posibilite un enfoque multidisciplinar.

Mejorar la calidad de vida

El proyecto está previsto a concluir a finales de 2021 y se basa en la plataforma de datos SHARE (Survey of Health, Ageing and Retirement in Europe), que permite análisis longitudinales para observar cómo ciertas dimensiones del envejecimiento activo y saludable se asocian a una mejor calidad de vida de las personas mayores pasados los años.

Además, el proyecto QASP tiene como misión trasladar recomendaciones basadas en ese conocimiento a diferentes órganos de gestión sanitaria y social que trabajan para las personas mayores. En este sentido acaba de hacerse público un documento resumen (policy brief), que también se puede descargar desde el repositorio de salud del ISCIII (Repisalud).

Maria João Forjaz y Carmen Rodríguez Blázquez, ambas del CNE-ISCIII, señalan que la información recopilada en el tiempo que lleva el proyecto funcionando refleja que cerca del 12 por ciento de las personas mayores declara tener niveles altos de soledad y/o de aislamiento social, unas cifras que en España son bastante superiores.

Maria João Forjaz (coordinadora del proyecto QASP) y Carmen Rodríguez Blázquez, del Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII.

Según explican, las características principales de las personas que declaran sentirse solas son las de ser mujer, tener edad elevada, de bajo nivel educativo y renta, con problemas de salud física y mental, deterioro cognitivo y sensorial y, consecuentemente, bajos niveles de calidad de vida. Estas características son similares a las de las personas que declaran aislamiento social, aunque este se observa mayoritariamente en los hombres.

“Es necesaria la adopción de medidas urgentes que involucren a toda la sociedad, con la implicación, participación y protagonismo de las propias personas mayores, para así promover un buen estado de salud y calidad de vida en este grupo poblacional”

Investigadoras del CNE, Maria João Forjaz y Carmen Rodríguez Blázquez

Publicaciones del grupo de investigación

A lo largo de estos dos años y medio, el equipo investigador ha publicado en diferentes revistas científicas varios artículos sobre salud mental (liderado por los científicos portugueses Oscar Ribeiro, Lia Araújo y Laetitia Teixeira, del CINTESIS), sobre la soledad (desarrollado por Amaia Calderón-Larrañaga y Giorgi Beridze, del Instituto Karoliska en Suecia) y sobre envejecimiento saludable y activo (promovido por Carmen Rodriguez-Blazquez, del ISCIII, y Alba Ayala, profesora asociada en la Universidad Carlos III de Madrid), todos ellos coordinados por Forjaz.

Por otra parte, un grupo del IEDG-CSIC formado por Fermina Rojo-Perez, Gloria Fernandez-Mayoralas y Vicente Rodriguez-Rodriguez participó en una revisión de literatura de las intervenciones llevadas a cabo en entornos y comunidades considerados ‘amigables’ con los cuidados en el envejecimiento de las personas mayores. El proyecto contó también con la colaboración de las investigadoras de la Universidad Carlos III de Madrid Maria Silveria Agulló-Tomás y Vanessa Zorrilla, expertas en temas de salud y género, y Victor Quirós, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública en el Hospital Universitario 12 de Octubre.


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