SANDRA PULIDO Valencia | viernes, 13 de octubre de 2017 h |

“Ya no hablamos de localizaciones hablamos de enfermedades que comparten alteraciones genéticas. Ya no hablamos de un tratamiento para un cáncer hablamos de tratamiento adaptado a un paciente concreto con un biotipo tumoral”.

Así lo ha resaltado Ana Santabella, jefa de Sección de Oncología del Hospital Universitario y Politécnico de La Fe de Valencia en el IX Seminario de Periodistas ‘Importancia de la identificación del paciente en Oncología’, organizado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), donde la protagonista ha sido la medicina de precisión.

“La medicina de precisión enfoca el tratamiento y la prevención de la enfermedad teniendo en cuenta la variabilidad”, explicó la oncóloga durante su ponencia. Según Santabella, estamos pasando de una medicina de masas a una medicina de precisión “donde vamos a tener fármacos muy específicos para un grupo de pacientes con el menor número de efectos tóxicos”.

Esta terapia permite un mayor conocimiento de la enfermedad gracias a factores pronósticos y a la identificación de nuevas dianas terapéuticas “estamos ya en la posibilidad de predecir un cáncer”, declaró.

“La medicina de precisión ha supuesto grandes avances que hoy son ya una realidad tanto en la prevención como en el tratamiento del cáncer. La identificación de genes de susceptibilidad que aumentan el riesgo de padecer un determinado tipo de cáncer, como es el caso de mutaciones en BRCA, que se relaciona con riesgo aumentado de cáncer de mama y ovario, ha permitido aconsejar medidas de prevención que evitarán que ese individuo desarrolle un cáncer”, añadió.

“Podemos decidir si el paciente debe recibir tratamiento o no porque su riesgo de recaída es muy bajo y podemos evitar así toxicidades innecesarias” ya que muchas alteraciones genéticas en tumores como el cáncer de mama, pulmón, colon, ovario o melanoma han sido identificadas como factores predictivos de respuesta a tratamientos específicos, lo que ha supuesto un avance en la identificación de que pacientes se benefician más de dicho tratamiento.

Por su parte, José Palacios, jefe del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, ha querido destacar que la incorporación de las nuevas tecnologías en el análisis de biomarcadores supone un reto para los sistemas de salud. “Esto requiere inversión en equipamiento, formación del personal y análisis rigurosos de la información que proporcionan”, explicó.

Estrategia Nacional

Todos los expertos que han participado en el seminario han coincidido en la necesidad de una Estrategia Nacional de Medicina de Precisión en Cáncer para asegurar la accesibilidad de todos los pacientes con esta enfermedad a los biomarcadores.

El éxito del modelo francés se ha convertido en un centro de referencia para el resto de países. “En España hemos intentado hacer algo parecido” pero se han creado diferentes plataformas para hacer biomarcadores apoyados por la industria farmacéutica, que generan bases de datos sin compartir información. “Hay accesibilidad a las pruebas pero no es el modelo a seguir porque no compartimos los unos con los otros”, destacó Palacios. “En España la industria farmacéutica ha tenido que rellenar los huecos de la administración pública”, añadió.

Según sus palabras, la medicina de precisión no es solo más eficaz, sino más eficiente y como profesionales clínicos tienen una responsabilidad con el Sistema Nacional de Salud.

“Ahorramos tratamientos muy costosos con los biomarcadores. No sé porque no somos como Francia”, denunciaba el patólogo.

“Los biomarcadores ya se utilizan pero no de forma organizada. No puede ser que se vayan poniendo según vayan saliendo, sino que se haga de forma eficaz”, continuó. “El acceso a estas pruebas moleculares ha de ser una prioridad”, concluyó el patólogo.