El Día Nacional del Trasplante ha vuelto a conmemorarse con la presencia de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) junto con la Unión de Federaciones de Trasplantados de Órganos Sólidos (Utxs), compuesta por la Federación Nacional para la lucha contra las Enfermedades del Riñón (Alcer), la Federación Española de Trasplantados de Corazón (Fetco), la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (Fneth) y la Federación Española de Fibrosis Quística (Fefq), con la colaboración de la Fundación ONCE.

España ocupa una posición de privilegio, desde hace más de tres décadas, en el ámbito internacional. Los trasplantes, hasta mediados de marzo de este año, habían crecido en un 23 por ciento y en un 37 por cientos en donante vivo, con respecto al mismo periodo de 2022. “Unas cifras que vuelven a equiparar a nuestro país con las previas al récord de 2019 y que nos acercan a nuestros objetivos”, según ha expuesto Beatriz Domínguez-Gil, directora general de la ONT. “Situación que se sostiene gracias a la solidaridad de la población, el SNS y a un modelo de gestión que pivota sobre la figura del coordinador de trasplantes“, ha añadido.

Las nuevas vías de acción

El acto, abierto por Juan Da Silva, presidente de la Fefq, se ha centrado en explorar las nuevas opciones para poder trasplantar a los pacientes más complejos de diferentes órganos: riñón, corazón, hígado y pulmón. “Las mejoras en el manejo médico y las nuevas propuestas quirúrgicas están abriendo nuevas oportunidades a pacientes que hace unos años habrían tenido muy complicado el acceder a un trasplante de órganos”, ha señalado Da Silva.

La ONT puso en marcha en 2015 el Programa Pathi para facilitar que los pacientes hiperinmunizados tengan una mayor posibilidad de acceder a un injerto renal que su sistema inmune no rechace. Hasta el año 2022, han sido 863 los trasplantados gracias al mismo. Por otro lado, destaca la importancia de la implementación de la técnica ‘split’ en el trasplante hepático, que permite realizar dos injertos de un único donante, una iniciativa que ha contribuido a que la lista de espera hepática infantil se haya reducido drásticamente.

“La ONT siempre va de la mano de la innovación, como ha sido en el caso del trasplante cardiaco AB0 incompatible que da una esperanza a los más pequeños o la posibilidad de realizar trasplantes pulmonares en pacientes de edad avanzada”, ha añadido la directora general de la ONT.

La visión de los expertos

Desde el Hospital Universitario Vall d’Hebrón de Barcelona, Francesc Moreso, jefe de sección de la Unidad Trasplante del Servicio de Nefrología, ha abordado las nuevas opciones de trasplante renal para pacientes hipersensibilizados. A su entender “el porcentaje de pacientes altamente sensibilizados en nuestras listas de espera es muy elevado. Por tanto, hay que tratar de trasplantar a los pacientes con donantes compatibles con un objetivo de supervivencias superiores al 90 por ciento. A esto ayudaría en este momento la utilización de imlifidase, el nuevo fármaco que permite hacer un trasplante a partir de una prueba cruzada positiva”.

Por su parte, Manuela Camino, jefa de la Unidad de Trasplante Cardiaco Infantil en el Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, y en lo tocante al trasplante AB0 incompatible en pacientes infantiles, ha enfatizado que “es imprescindible su implantación nacional, como en Canadá. Se trata de priorizar la urgencia sobre compatibilidad”. En 2018 hubo doce niños en lista de espera menores de un año, de los cuales once fueron trasplantados y un fallecido, con un tiempo de espera de 45 días.

A continuación, Francisco Hernández Oliveros, jefe de sección del servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Universitario La Paz de Madrid, ha destacado que “ha disminuido el donante vivo considerablemente en el programa de trasplante hepático ‘split’. A ello se añade que la mortalidad en lista de espera entre los niños es altísima, de un 25 por ciento”.

Se amplía el horizonte de la edad

En relación con el trasplante pulmonar en mayores, al aumentar la esperanza y calidad de vida, los especialistas se hallan ante una disyuntiva: aunque se hacen más trasplantes, hay un desbalance con las listas de espera. “Es un dilema aceptar pacientes mayores en este tipo de trasplantes”, ha explicado Mercedes de la Torre, cirujana torácica del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña.

Asimismo, De la Torre ha concluido que “la edad por sí sola no es una contraindicación para el trasplante pulmonar. Hay que considerar la limitación del número de donantes a la hora de extender la edad límite para el trasplante. Por tanto, la decisión de trasplantar a mayores de 70 años debe evaluarse de forma individualizada en un comité multidisciplinar”.

Todo ello teniendo en cuenta que existe más de un 50 por ciento de riesgo de muerte por la enfermedad pulmonar si en dos años no se lleva a cabo un trasplante; que hay un 80 por ciento de posibilidades de sobrevivir al menos 90 días después del mismo y un 80 por ciento con cinco años de supervivencia.


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