Desde la aprobación del Plan Estratégico para la Hepatitis C en 2016, se han tratado cerca de 140.000 pacientes con unas tasas de curación superiores al 95%, lo que ha situado a nuestro país como una referencia en la lucha contra esta infección. “Debemos estar muy orgullosos de lo que hemos hecho hasta ahora, ya que nos ha situado en una situación inmejorable para convertirnos en el segundo país del mundo en poder eliminar esta enfermedad. No obstante, para conseguir este hito debemos dar los pasos definitivos y ello pasa por la aprobación de un plan de eliminación”, ha indicado José Luis Calleja, vicepresidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado y director del curso La enfermedad hepática y su contexto social, que se ha celebrado dentro de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid y que cuenta con el patrocinio de Gilead.
En palabras de Julia del Amo, directora del Plan Nacional contra el SIDA del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, “hay una apuesta decidida por parte del MSCBS de alcanzar las metas fijadas para conseguir la eliminación de la hepatitis C en España. Nuestro siguiente reto está en el abordaje clínico, en sacar a la patología de la consulta para poder llegar a las poblaciones que ahora mismo no están accediendo al tratamiento.”
“Según el 2º Estudio de Seroprevalencia de España en Hepatitis C de 2017-2018, la prevalencia de la infección era mayoritariamente en hombres (71,4%), en edades comprendidas entre los 50-59 años y los 60-69 años. Además, la tendencia sigue un patrón social ya que cuanto menor es el nivel de estudios de la persona, mayor es la prevalencia”, ha afirmado Julia del Amo.
El Plan de Eliminación para la Hepatitis C debería incluir estrategias sencillas con las que llegar a la población general y poder diagnosticar a todos aquellos pacientes que pueden tener la infección, así como aquellos que fueron diagnosticados en su momento, pero que por diversos motivos no han accedido todavía al tratamiento. “Para la eliminación del VHC es necesaria una búsqueda activa de los diagnosticados a través de las bases de datos y garantizando que no hay barreras. Sabemos que todavía hay un importante número de pacientes que puede tener hepatitis C y no ser conscientes de ello, ya que se trata de una patología silente. Es necesario que todas aquellas personas que puedan haber estado expuestas a esta infección se hagan la prueba, ya que hemos calculado que el 25% de ellos puede sufrir enfermedad hepática avanzada”, ha indicado el Dr. Calleja.
La segunda estrategia de este plan debería reforzar el diagnóstico y tratamiento en poblaciones vulnerables, donde la prevalencia es superior y es necesario actuar con mayor rapidez. Para ello, se ha destacado que es importante contar con iniciativas innovadoras de microeliminación que faciliten el diagnóstico y acceso al tratamiento de forma inmediata. Por eso, es necesaria la simplificación del camino asistencial. En este sentido, José Luis Calleja se ha mostrado convencido que un plan de este tipo debe contar con la colaboración de todos los grupos interesados: legisladores, gestores, profesionales clínicos y pacientes.
El caso español también ha sido comentado por Antons Mozalevskis, Medical Officer de la Organización Mundial de la Salud, que ha valorado especialmente los avances realizados en nuestro país siendo uno de los líderes en el proceso de eliminación de la hepatitis C por detrás solamente de Islandia. Mozalevskis ha indicado que “la hepatitis C es un problema de salud mundial con 300 millones de pacientes infectados (14 millones en Europa) y 1,3 millones de muertes al año. Además, 2,3 millones de personas en el mundo están coinfectadas de hepatitis C y VIH”.