Investigar es caro; se necesita dinero. Es arriesgado; no siempre se acierta. Pero cuando se logra un avance, es valiosísimo. No podemos hacer otra cosa que investigar, es lo único que permite progresar. Bajo esta premisa, expuesta por Miguel Ángel Casermeiro, secretario general de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, se desarrolló la jornada “El ABC de la terapia celular CAR-T”, en la que expertos del sector sanitario hicieron una radiografía sobre este novedoso tratamiento en un evento organizado por Novartis.
Durante el encuentro, Joaquín Martínez, especialista del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital 12 de Octubre, señaló que a la hora de aplicar estas terapias es necesario tener muy presente que además del tratamiento, hay que tener en cuenta diferentes factores que influyen en el pronóstico, como los relacionados con el enfermo, la extensión o las características del tumor. Martínez subrayó también que es fundamental incluir la perspectiva académica con el fin de estar formados para integrar todas las innovaciones que aparezcan.
De cara a incluir las diferentes innovaciones sanitarias que van apareciendo, los expertos consideran imprescindible que los centros sanitarios incorporen el equipamiento adecuado y ayuden al personal a actualizar sus conocimientos sobre las nuevas terapias para actuar de una manera más eficaz y eficiente.
La experiencia del Hospital Sant Joan de Deu, aportada por su director general Manel del Castillo, arroja luz sobre este asunto. Recordó que el objetivo de su centro es competir a nivel internacional y por ello han trabajado en mejorar estos dos puntos, integrando las nuevas tecnologías e incorporando nuevo talento para poder dar un salto de calidad.
Del Castillo añadió que es muy importante aumentar el perfil investigador, así como el número de ensayos clínicos, y resaltó la necesidad de reforzar estos recursos técnicos sin dejar de lado a los pacientes, ya que opina que hay que darles voz y acompañarles cuando se enfrentan a estas terapias innovadoras.
Por su parte, Susana Rives, especialista del Servicio de Hematología y Oncología Pediátric del Hospital Sant Joan de Deu, aportó detalles sobre el primer caso de leucemia linfoblástica aguda en el que se empleó, para un paciente de 7 años, la terapia CAR-T, lo que logró revertir la situación, a pesar del mal pronóstico.
Rives subrayó que hay que incidir en promover la investigación para reducir los efectos adversos e intentar que los pacientes no tengan que acudir a la consulta periódicamente con el fin de comprobar que todo sigue bajo control.
Observó como imprescindible contar con un equipo interdisciplinar, se involucre al máximo en cada caso y con instalaciones adecuadas como, en el caso de la pediatría, una UCI especializada o una sala de aféresis para completar el proceso.