GM Madrid | jueves, 20 de septiembre de 2018 h |

Entre el 30 y el 40 por ciento de los casos de alzhéimer está sin diagnosticar, cifra que asciende hasta el 80 si hablamos de la enfermedad en su estado leve, ha recordado la Sociedad Española de Neurología (SEN), con motivo de la celebración, el viernes 21 de septiembre, del Día Mundial de la enfermedad.

Cada año se diagnostican en España unos 40.000 casos de alzhéimer. El infradiagnóstico de la enfermedad se debe a que los síntomas iniciales son, a veces, difíciles de distinguir de los olvidos cotidianos.

En este sentido, la coordinadora del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la SEN, Sagrario Manzano, ha hecho hincapié en que un diagnóstico precoz de la enfermedad “permitiría estabilizar al paciente en las fases más leves de la enfermedad y retrasar la evolución de unos años, lo cual es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes”.

“Aunque la enfermedad no tenga cura existen tratamientos que, al menos por un tiempo, consiguen detener o ralentizar la progresión de la enfermedad”, ha indicado la experta.

Una prevalencia que aumenta con la edad

En España, podrían padecer alzhéimer unas 800.000 personas, según los datos de la organización. No obstante, la prevalencia e incidencia de la enfermedad se incrementa a partir de los 65 años, por lo que el envejecimiento poblacional y el incremento de la esperanza de vida harán que el número de casos aumente.

Afecta al cinco por ciento de la población mayor de 60 años, al 20 por ciento de los mayores de 80 y y al 30 por ciento de los mayores de 90. El alzhéimer es la principal causa de discapacidad en personas mayores en España.

Además, un estudio sitúa a la afección, junto a otras demencias, como la segunda causa específica de muerte en España, mientras que la Organización Mundial de la Salud señala que la demencia es el grupo de enfermedades que más han aumentado en mortalidad en los últimos años, tras haberse duplicado en los últimos 15.

El alzhéimer es la causa de demencia más frecuente, ya que representa entre el 60 y el 80 por ciento de todos los casos. Le siguen la demencia vascular y otras como la demencia por cuerpos de Lewy o la demencia frontotemporal.

Por otra parte, es una patología que genera uno de los mayores gastos sociales, ya que el gasto por paciente ronda entre los 27.000 y los 37.000 euros anuales en España. En todo el mundo, supondría un gasto total superior a los 800.000 millones, una cifra que ha aumentado un 35 por ciento en los últimos cinco años.

“Estamos, pues, ante una enfermedad que supone un gran reto sociosanitario y que, de no tomar medidas, supondrá un problema aún mayor en los próximos años”, ha resumido Manzano.

Incurable, pero prevenible

Llevar a cabo estrategias de prevención sobre los factores de riesgo de demencia conocidos conseguiría disminuir el impacto de la enfermedad en la sociedad.

Algunos estudios señalan que adoptar hábitos de vida saludables podría reducir hasta un 40 por ciento los casos de alzhéimer o, al menos, retrasar el debut clínico de la enfermedad.

Por otro lado, existen factores de riesgo potencialmente modificables como el control cardiovascular, un mayor nivel educativo o cambios en el estilo de vida, principalmente un mayor nivel de actividad física, adopción de dietas más saludables y abandono de hábitos tóxicos como el tabaquismo.