GM Madrid | viernes, 26 de mayo de 2017 h |

Un equipo internacional liderado por investigadores de la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pennsylvania, la Universidad de Stanford, de Estados Unidos, y la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, ha encontrado 15 nuevos genes que suponen riesgo para la enfermedad coronaria.

El artículo, publicado edición digital de ‘Nature Genetics’, encontró que muchos de los genes de riesgo están vinculados con la miríada de funciones que tienen lugar en las células que recubren los vasos sanguíneos.

La enfermedad coronaria es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. y aunque hay decenas de regiones en el genoma asociado con enfermedad coronaria, la mayoría de los componentes genéticos de esta patología no se entienden completamente, lo que sugiere que hay más genes implicados.

Los expertos estudiaron variantes genéticas en todo el genoma en 250.736 participantes en total, incluyendo 88.192 pacientes con enfermedad coronaria e identificaron 15 nuevos genes de riesgo que proporcionan nuevas ideas sobre las causas que la ocasionan.

Según señala el profesor asistente de Epidemiología y Bioestadística en Pennsylvania y epidemiólogo Danish Saleheen, “la enfermedad de las arterias coronarias tiende a agruparse en las familias y tiene una base genética fuerte, sin embargo, no entendemos completamente esa base genética”.

El análisis más grande hasta hoy

Saleheen resaltó que este es el análisis genético “más grande” sobre la enfermedad coronaria hasta la fecha y ha incluido datos de personas con herencias de Europa, África, Asia del Sur y Asia Oriental”.

El equipo identificó 15 nuevas asociaciones genéticas con enfermedad coronaria, a través de SNPs o polimorfismos de un solo nucleótido, lugares de genes en los que los bloques de ADN se diferencian de persona a persona por sólo un bloque o nucleótido.

Los expertos encontraron SNPs relacionados con enfermedad coronaria en genes que controlan funciones tales como adherencia de células, coagulación e inflamación, y la diferenciación de células de músculo liso y también cerca de ellos.

Según afirmó Saleheen, el objetivo en el corto plazo es “identificar los mecanismos biológicos exactos en estos nuevos 15 sitios en el genoma que conducen al desarrollo de enfermedad coronaria”.

“Entender mejor estas vías debería conducir en última instancia al desarrollo de nuevas terapias para esta patología”, concluyó el investigador.