Desde que en 2015 se puso en marcha en España el Plan Estratégico para el Tratamiento de la hepatitis C, ya se han tratado más de 117.000 pacientes en nuestro país, siendo el líder europeo en este aspecto. Aunque en una primera fase el Plan establecía máxima prioridad al tratamiento de pacientes con fibrosis hepática avanzada y a pacientes en lista de espera, en la actualidad se está haciendo especial foco en la importancia que tiene el diagnóstico precoz y el posterior tratamiento de todas las personas que estén infectadas por el virus de la hepatitis C, independientemente de su estadío, para conseguir el objetivo de la eliminación total de la enfermedad para 2021. Esta es una de las principales conclusiones extraídas de la jornada HEPYCURE: De la Curación a la Eliminación de la Hepatitis C, organizada por Gilead en Madrid.
Durante la jornada, tuvieron lugar cinco mesas redondas con expertos médicos, enfermeras, asociaciones de pacientes, administraciones sanitarias y ONGs en las que se destacó la importancia de priorizar la identificación de pacientes no diagnosticados y continuar el ritmo de tratamiento de los últimos años. Los expertos consideran que quedan unos 150.000 pacientes por diagnosticar y tratar en España, por lo que sería aconsejable la implantación de políticas de cribado, así como la coordinación multidisciplinar entre los distintos niveles asistenciales (atención especializada, primaria, adicciones, prisiones, etc.). Además, se recordó que la hepatitis C se puede curar con tratamientos sencillos y bien tolerados, alcanzándose tasas de curación de más del 98%.
Uno de los retos que se plantea el Plan en la actualidad es la eliminación del virus en la población reclusa. Los datos más recientes señalan que la prevalencia de la enfermedad en este ámbito roza el 14,8% en prisiones administradas por el Ministerio del Interior. Es por ello vital poder detectar y tratar a tiempo a los enfermos con el virus y evitar de esta forma nuevos contagios.
Durante la jornada, además de poner en común historias de éxito dentro del entorno penitenciario, se compartieron también ejemplos de micro-eliminación en centros de adicciones y atención primaria. En palabras de Juan Turnes, jefe de servicio de digestivo del Hospital de Montecelo en Pontevedra: “es necesario acceder a los colectivos con mayor prevalencia de la enfermedad. Estos pacientes no acuden al sistema público de salud por estar en ocasiones en situaciones de marginalidad, y no son adherentes a las pautas terapéuticas que exigen venir al hospital con frecuencia. La consecución de la micro-eliminación en nuestra sociedad es un gran esfuerzo de los profesionales, las asociaciones de pacientes y ONGs que está logrando resultados muy esperanzadores”.
Durante la reunión los participantes reconocieron el esfuerzo realizado en los últimos años, pero alertaron de la importancia de seguir concienciando a la población sobre la necesidad de identificar y tratar a todos los pacientes con hepatitis C. “Una de las prioridades en la eliminación de la hepatitis C es que las administraciones den un paso adelante. Ya lo han hecho en las últimas semanas Aragón y Cantabria con sus propios planes regionales de eliminación de la enfermedad. Esperamos que próximamente se sumen más comunidades y pueda coordinarse de forma nacional como se hizo con el Plan Estratégico para el Tratamiento de la Hepatitis C. De esta forma, podríamos conseguir la eliminación de la patología a nivel estatal”, ha explicado Turnes.