El 18 Congreso Europeo Anual de Reumatología (Eular) ha reunido a cerca de 15.000 expertos en la materia que durante cuatro jornadas han compartido en más de 180 sesiones científicas los últimos hallazgos en esta especialidad en Madrid.
Según explicó el presidente de esta sociedad, Gerd Burmester, la reumatología está “en movimiento” y así se demostró a lo largo del congreso, que presentó un amplio número de abstracts que ejemplifican lo amplia que es la investigación en este campo.
Uno de los más destacados fue la presentación de un estudio que demostró que intervenir de manera precoz a pacientes con artritis pre-reumatoide (pre-AR) reduce “significativamente” el riesgo de aparición de la artritis reumatoide (AR) en estos pacientes a las 52 semanas o más.
Según explicó el especialista del Hospital Universitario Pitié Salpêtrière en París, Stephane Hilliquin, “la revisión de los datos clínicos disponibles apoya la justificación del tratamiento precoz en estos pacientes”.
Los investigadores descubrieron que los pacientes con artritis pre-reumatoide que recibieron un tratamiento activo vieron reducida el riesgo de artritis reumatoide tras 52 semanas. Para Hilliquin es un motivo de celebración porque a pesar de que la ausencia de progresión de la enfermedad “no fue significativa”, sí se comprobó que la intervención precoz puede ser más eficaz.
Este hallazgo abre una puerta para los pacientes, puesto que según Eular, un 50 por ciento de quienes padecen esta dolencia pierde su puesto de trabajo a jornada completa a los diez años de desarrollar la enfermedad.
Menos riesgo para la osteoporosis
Durante el encuentro de Eular también se presentaron resultados del estudio Frame sobre fracturas en mujeres posmenopáusicas con osteoporosis.
Los datos demostraron que romosozumab (Evenity, de UCB y Amgen) se asocia a un menor riesgo de nuevas fracturas vertebrales en comparación con placebo pasado un año. Este anticuerpo monoclonal se une a la esclerostina (una glucoproteína producida por células óseas) y la inhibe. De este modo, se aumenta la formación de hueso y se disminuye la resorción ósea, dando lugar a un aumento significativo de la densidad mineral ósea.
La osteoporosis posmenopáusica cuenta con una alta prevalencia ya que aproximadamente un 30 por ciento de mujeres la padece en Europa y en Estados Unidos y los datos estiman que al menos “un 40 por ciento sufrirán una o más fracturas por fragilidad ósea durante su vida”.
El autor principal del estudio, Piet Geusens dijo que el riesgo de fracturas vertebrales clínicas fue un 83 por ciento menor en el grupo de romosozumab que en el grupo de placebo a los 12 meses.
Geusens destacó que “estos resultados respaldan la eficacia del tratamiento” y destacó la relevancia de “la disminución del riesgo clínico”.