El tratamiento del cáncer de endometrio puede ser dirigido en función del grupo molecular del tumor. Así lo recoge el estudio SÉNECA, liderado por un equipo del Área de Cáncer Ginecológico del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (CCUN) y presentado en la 24 edición del Congreso Europeo en Oncología Ginecológica (ESGO) celebrado este pasado fin de semana en Estambul.

El tratamiento estándar en el cáncer de endometrio es la histerectomía (cirugía de extirpación del útero), junto con el estudio del ganglio centinela (extirpación selectiva del primer ganglio al cual drena el tumor). Ambas técnicas se realizan habitualmente mediante cirugía mínimamente invasiva. Sin embargo, en determinadas pacientes, especialmente en aquellas con edad avanzada, cirugías previas o comorbilidades como la obesidad, la identificación del ganglio centinela puede ser compleja por ausencia de difusión del trazador. En estos casos se debe proceder con una linfadenectomía pélvica (extirpación de todo el tejido linfograso) para realizar una correcta estadificación ganglionar. Este procedimiento es más agresivo para la paciente, ya que tiene más riesgos de producir morbilidad, fundamentalmente linforrea o linfedema.

El estudio demuestra que, en función del grupo molecular característico del tumor, las pacientes pueden tener mayor o menor afectación del ganglio centinela, pudiendo, por tanto, modular e individualizar el tipo de estadificación ganglionar en relación con el riesgo determinado por el subtipo molecular específico.

“Hemos visto que existen dos grupos moleculares de alto riesgo de afectación del ganglio centinela (MMRd y p53abnormal) en los que, quizás, debemos ser más agresivos desde el punto de vista de la estadificación ganglionar. Sin embargo, hemos identificado un subtipo molecular (POLE ultramutated) en el que el riesgo de afectación ganglionar es extremadamente bajo, con lo que podemos desescalar el tratamiento quirúrgico disminuyendo los posibles efectos adversos que conllevan este tipo de cirugías”, señala Enrique Chacón, especialista del Área de Cáncer Ginecológico del CCUN e investigador principal del estudio.

La investigación clínica ha contado con la participación de 2.139 pacientes de las que se ha analizado los factores histopatológicos clásicos del tumor (tipo histológico, grado tumoral, afectación miometrial…), así como su perfil molecular. “Se trata de un estudio retrospectivo pionero con pacientes de 16 países diferentes y es el primero en poner de manifiesto que estos grupos presentan distinta afectación desde el punto de vista ganglionar. El siguiente paso a partir de ahora será confirmar estos resultados con estudios prospectivos”, apunta Chacón.

Cuarta neoplasia más frecuente en mujeres

El cáncer de endometrio es la cuarta neoplasia más frecuente en mujeres en España y el 90 por ciento de sus casos se diagnóstica entre mayores de 50 años. Recientemente, el proyecto Genoma Humano descifró cinco grupos moleculares que pueden formar este cáncer y que los caracterizan y predisponen a un pronóstico distinto en función de su perfil.

Esta definición molecular se ha visto que otorga una diferente respuesta al tratamiento habitual cuando es una enfermedad avanzada. Lo que nosotros nos hemos preguntado es cómo influyen en un estadio precoz, que es la fase diagnóstica más frecuente en cáncer de endometrio”, añade el especialista.

Además, en esta aproximación precoz los investigadores han comprobado que existe distinta afectación del ganglio centinela para cada uno de los grupos de riesgo pronóstico definidos por la Sociedad Europea de Ginecología Oncológica, que clasifica a estas pacientes desde riesgo bajo hasta riesgo alto.


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