Mar Barberà Barcelona | jueves, 07 de diciembre de 2017 h |

La nueva edición del curso “Avances en el Diagnóstico y Tratamiento de las Neoplasias Linfoides: Abordaje Multidisciplinar y Enfoque Práctico” celebrada recientemente en Barcelona ha puesto sobre la mesa las principales novedades de esta patología.

P. ¿Podría destacar las principales novedades que se hayan puesto sobre la mesa en esta tercera edición del curso?

R. Los aspectos más relevantes que se han discutido en esta nueva edición han sido: la nueva clasificación de la Organización Mundial de la Salud para el estudio de las neoplasias linfoides y su impacto en la práctica diaria, la creciente utilización de la tomografía por emisión de positrones en el diagnóstico, estudio de extensión y control de la respuesta en pacientes con linfomas, así como la creciente introducción de los llamados nuevos fármacos dentro del arsenal terapéutico de estas patologías.

P. ¿En qué grado de implementación se encuentra el abordaje multidisciplinar de esta patología?

R. Las unidades funcionales constituyen un modelo organizativo claro dentro del Institut Català de Oncologia – Hospitalet y este modelo de atención nos diferencia claramente de otras instituciones. En este sentido, la implementación de estas estrategias multidisciplinares no es universal en los hospitales españoles. Es por ello que parte de este curso está destinado a exponer desde el punto de vista teórico y también práctico esta forma de trabajo.

P. ¿Cuál es el papel del trasplante de progenitores hematopoyéticos en los linfomas actualmente?

R. El trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos es la estrategia terapéutica estándar para consolidar a un gran grupo de pacientes con diferentes histologías en segunda o, eventualmente, en primera remisión completa. Sin embargo, la indicación de trasplante autólogo puede verse eventualmente modificada por la inclusión de nuevas estrategias terapéuticas, efectivas y con un perfil de toxicidad diferente. El trasplante alogénico, aunque con un menor nivel de evidencia, suele reservarse para pacientes jóvenes, con enfermedad quimiosensible, pero que han recaído después de un trasplante autólogo, y que disponen de un donante histocompatible. A pesar de que la utilización de donantes haploidénticos ha incrementado de manera significativa el potencial número de candidatos a un trasplante alogénico, una vez más, la introducción de los nuevos fármacos puede modificar en un futuro la utilización de esta estrategia terapéutica.

P. ¿En qué punto se encuentran los avances en diagnóstico del Linfoma de Hodgkin? ¿Podría indicar alguna novedad reciente en el tratamiento?

R. El diagnóstico del linfoma de Hodgkin no se ha modificado en los últimos años. En cambio, la valoración de la respuesta y las opciones terapéuticas sí lo han hecho. En el momento actual la tomografía por emisión de positrones es una prueba necesaria para realizar el estudio de extensión de la enfermedad al diagnóstico y para valorar la respuesta al tratamiento de primera línea. También se ha demostrado su utilidad para valorar la respuesta de los pacientes antes de la realización de un trasplante autólogo. En este sentido, se han desarrollado ya estrategias adaptadas a la respuesta metabólica del paciente dentro de los tratamientos de primera línea.