La falta de material sanitario, desde desinfectantes de mano hasta ventiladores de UCI- es una realidad en la actual crisis sanitaria. El mundo se está enfrentando a un racionamiento sin precedentes de los bienes y servicios esenciales. Así lo explican en un artículo, publicado en The New England Journal of Medicines, un grupo de investigadores del Centro de Bioética, el departamento de Salud Global y Medicina Social, la Facultad de Medicina de Harvard; y especialistas en el Boston Children’s Hospital.

Estos expertos aseguran que “de toda la atención médica que tendrá que ser racionada, la más problemática será la ventilación mecánica”. Ya han sido varios los países que se están enfrentando a la escasez de ventiladores.

En este sentido, en Estados Unidos, aseguran, los hospitales cuentan con cerca de 62.000 ventiladores de función completa; alrededor de 98.000 ventiladores básicos; 8.900 adicionales que están en la Reserva Nacional Estratégica de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Así, los CDC estiman que entre 2,4 y 21 millones de estadounidenses necesitarán hospitalización durante la pandemia. “La experiencia en Italia ha sido que alrededor del 10 al 25 por ciento de los pacientes hospitalizados requerían ventilación, en algunos casos durante varias semanas”. Teniendo en cuenta estos datos, los investigadores aseguran que el número de pacientes que necesitan ventilación podría oscilar entre 1,4 y 31 pacientes por ventilador. El hecho de racionar estos instrumentos “dependerá del ritmo de la pandemia, y de cuántos pacientes necesiten ventilación al mismo tiempo, pero muchos analistas advierten que el riesgo es alto”.

En Estados Unidos

Estos expertos apuntan que en Estados Unidos muchos estados han desarrollado estrategias para racionar durante las pandemias. El objetivo es “salvar la mayoría de vidas”. Esta racionalización de recursos es realizada por un oficial de triaje o un comité compuesto por personas sin responsabilidad clínica para el cuidado del paciente.

La retirada del soporte de ventilación “es la causa inmediata de muerte más común en pacientes de la UCI, y la retirada de este soporte a solicitud de un paciente se considera una obligación ética y legal”, aseguran. Es por ello, que las decisiones de retirar los ventiladores durante la pandemia para poner el recurso a disposición de otro paciente no pueden justificarse de ninguna de las maneras que recoge el código ético. “No se hace a petición del paciente, ni se puede afirmar que el tratamiento no es eficaz”.

Ante la posible toma de decisiones de este tipo, los especialistas de este estudio proponen en Estados Unidos crear un comité de selección para proteger a los médicos de esta dicotomía. “Creemos que dicho comité debe estar compuesto por clínicos y líderes de la comunidad médica, de manera voluntaria”.

Este enfoque en la gestión de los materiales permitiría que los médicos y enfermeras puedan atender a los pacientes, manteniendo su rol tradicional. “A medida que las circunstancias cambian y la disponibilidad de ventiladores aumenta o disminuye, el comité puede ajustar sus criterios de racionamiento para producir los mejores resultados”. Cuando un hospital se coloca en el papel inevitable pero trágico de tomar decisiones que pueden dañar a algunos pacientes, explican que, el uso de un comité elimina el peso de estas elecciones de cualquier individuo, distribuyendo la carga entre todos los miembros del comité.